La Unión Deportiva Almería ha creado su particular zona de confort. Ese lugar en el que le gusta desenvolverse y al que ansía volver cuando se marcha, y ese no es otro que el Estadio de los Juegos Mediterráneos, donde ha sumado tantos goles como puntos ostenta: doce. En la tarde de este domingo, el Córdoba ha sido quien ha mordido el polvo en su visita al sureste andaluz, siendo testigo directo de un primer tramo de encuentro excelso por parte de los unionistas, que a los 38 minutos ya ganaban por tres goles a cero, algo que únicamente pudo ser maquillado por un tanto en propia puerta de Trujillo en el 45. Él no quería.

Y es que desde un primer momento se vio qué equipo había entrado mejor al encuentro, quizá por lo apremiante de la tabla clasificatoria, lo cual dio lugar a un Almería que en todo momento tuvo más balón y más llegada que su rival, aunque Juli dispuso de una de las primeras opciones del choque para adelantar a los suyos.

La réplica, por partida doble, no iba a tardar en llegar; la primera de ellas resultó ser finalmente inocua, pero la segunda trajo consigo el primer tanto de la tarde a favor de los locales gracias a una jugada trenzada entre Ximo, que interceptó una salida de balón contraria, con un autopase se deshizo de tres rivales y ganó la línea de fondo, Puertas, que recibió en primera instancia del “4” y dejó el balón en bandeja para un Fidel que remató a puerta vacía para sumar la tercera diana de su cuenta particular este curso.

Fidel anotó el primer gol de la tarde. (FOTO: Diego Carmona - VAVEL)

El buen inicio local quedaba refrendado y, no solo eso, sino que también dio alas a los pupilos de Fernando Soriano, que siguieron buscando hasta que de nuevo encontraron. Esta vez fue Quique, que, en un alarde de velocidad y técnica, se adentró en el área con un autopase, se deshizo de su par, superó la salida de Kieszek y con la pierna izquierda, apenas sin ángulo, puso el 2-0 en el luminoso.

La calma, relativa, se instauraba en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. El Almería dominaba en el juego y en el luminoso y del Córdoba aún se esperaban noticias, puesto que los califa se las veían y se las deseaban para crear ocasiones de gol y para superar líneas con el cuero controlado. Además, por si ello no fuera poco, iba a llegar el tercer gol de la velada para los de rojo y blanco, un tanto que nació de un saque de esquina botado por Fidel desde la izquierda y que fue rematado por Fran Vélez con la testa superando de nuevo al arquero visitante.

Fran Vélez fue el autor del tercer gol de la UD Almería. (FOTO: Diego Carmona - VAVEL)

Estaba siendo, sin duda, el mejor tramo de fútbol de la UD Almería del presente curso en un choque en el que la situación de ambos equipos en la tabla estaba siendo una mera anécdota. No obstante, no todo podían ser buenas noticias para los intereses locales, que vieron manchada la primera parte con un gol en propia puerta de Ángel Trujillo.

El luminoso no dejaba lugar a la especulación a un Córdoba al que el gol conseguido en las postrimerías de la primera mitad había espoleado y dotado de esperanza, lo cual quedó patente ya en los primeros compases de la reanudación, que dejaba un contexto que difería sobremanera a lo visto apenas unos minutos antes; los blanquiverdes habían embotellado a su rival en sus propios dominios, de los que únicamente podían salir poniendo en liza el arte del contragolpe. Para ello, para correr, el preparador local dio entrada a Sebastián Dubarbier, que volvió a vestirse de corto más de dos meses después y se llevó con su incursión al césped la ovación del respetable.

El desarrollo de la confrontación no variaría, pero el tiempo jugaba a favor de los locales, que se mostraban algo intranquilos ante la tesitura de la misma, algo que Soriano trató de cambiar dando más consistencia a la medular con la entrada de Diamanka, que pasó a ocupar el lugar de José Ángel Pozo.

El Almería defendía su botín con uñas y dientes, mientras el Córdoba no encontraba premio a su insistencia. Y en esas, apareció Casto para salvar a los suyos desviando a córner una mala cesión de Fran Vélez. Eso, y una oportunidad de Dubarbier para terminar de ponerle la puntilla al choque pudo haber propiciado que el marcador volviera a moverse, cuyo remate se fue alto, terminaron por cerrar el choque.

Así las cosas, los rojiblancos se reafirman en su estadio, donde han sumado 12 puntos de 21. Que cosechen cierta regularidad dependerá de obtener mayores réditos haciendo las veces de visitantes, algo que se podrá dilucidar el próximo domingo a las 16:00 horas, cuando los rojiblancos visiten el Ramón Sánchez-Pizjuán para medirse al Sevilla Atlético.

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Sobre el autor
David García Fernández
Coordinador y redactor de la sección de la Unión Deportiva Almería en VAVEL.