La Unión Deportiva Almería es ese mal estudiante que suspende un examen tras otro, pero que en ocasiones, gracias a un halo de inspiración o de suerte, logra salvar los escollos que el curso le presenta. Pero de repente, un día ocurre que nada te salva. Saltas al vacío a sabiendas que no hay red que sostenga la caída. Y saltas. Y caes. Caes con estrépito porque te ves superado por un profesor que es más inteligente que tú y que no va a andarse con concesiones.

Esa figura, la del profesor, es la de un Getafe práctico y regular como acostumbran a ser los equipos de José Bordalás, al que le bastó con mantenerse férreo en defensa y saber aprovechar las ocasiones de las que gozó y las debilidades de su rival, que volvió a encajar a balón parado una derrota que le hunde, aún más en los puesto de descenso, con un panorama desolador en el horizonte; a los rojiblancos les esperan dos partidos consecutivos lejos de su estadio, donde no han ganado aún esta temporada.

En este caso, el encuentro comenzó con alternativas. La igualdad se imponía entre unos y otros después de que los primeros quince minutos de juego fueran de color azulón. El Almería se fue encontrando más cómodo sobre el terreno de juego de manera progresiva, y Morcillo y Fidel gozaron de sendas oportunidades para haber adelantado a su equipo en el luminoso, pero la imprecisión, en un caso, y el lateral del poste, en el otro, se interpusieron en su camino.

Tras el descanso, el encuentro siguió por los mismos derroteros y deparó a un Almería que siguió llevando la iniciativa a pesar de que le costaba horrores salir con el balón jugado desde su portería, ante un Getafe que, con el buen hacer de sus hombres de arriba, originaba peligro cada vez que rebasaba la primera línea de presión unionista.

Fernando Soriano, que cumplía el primero de los tres partidos de sanción que le han sido impuestos, delegaba sus funciones en Juanito, su mano derecha, e introducía a Chuli para dar más mordiente al flanco de ataque. El onubense vio como el colegiado le anulaba un gol correctamente y marró un mano a mano frente a Alberto García que bien pudo haber marcado el devenir de la confrontación. 

Pero, finalmente, el que se llevó el gato al agua fue el Getafe que, tras un córner provocado de infantilmente por José Ángel, que cedió de manera imprecisa un esférico hacia Casto, asestó un golpe definitivo al contrario y se puso por delante en el electrónico por medio de Jorge Molina, que superó en el salto a Joaquín Fernández y envió el cuero al fondo de las mallas.

Corría el minuto 87 y no habría lugar ya para la reacción. La derrota andaluza terminó por certificarse y, con ella, se acrecentan las dudas en un equipo que no termina de levantar el vuelo y que parece estar abocado a un año más de sufrimiento. Y ya van...

Fotos: Diego Carmona

Todas las fotos del encuentro, en el álbum de Flickr de VAVEL