Álex Quintanilla y la Unión Deportiva Almería han llegado a un acuerdo para rescindir el contrato que vinculaba a ambas partes hasta junio de 2018, como así quedó estipulado cuando el jugador firmó por la entidad andaluza el pasado verano procedente del Barakaldo, donde desempeñó un gran papel en el anterior ejercicio en el Grupo I de la Segunda B española.

Sus actuaciones llamaron la atención de las altas esferas indálicas, que no dudaron en firmarle y en presentarle como "una de las revelaciones" del pasado curso en la categoría de bronce y como un futbolista que podía sorprender y dar que hablar. Pero lo cierto es que no ha sido capaz de demostrar ni una cosa ni la otra. Condenado al más puro ostracismo, el zaguero bilbaíno apenas ha contado para Fernando Soriano, que solo le ha alineado en dos de los 21 partidos oficiales, entre Liga y Copa, en los que han entrado en liza los rojiblancos.

Su debut tuvo lugar en el torneo del KO frente al Rayo Vallecano, cosechando una actuación correcta y sin poder evitar que su equipo quedara apeado de la competición tras caer por cero goles a dos. Días después, en La Condomina, disputó sus primeros minutos ligueros, siendo expulsado por doble amarilla cuando se alcanzaba la hora de encuentro y viendo cómo los suyos caían con estrépito a merced de un UCAM Murcia que se aprovechó de la fragilidad y la inoperancia indálicas.

Con todo ello, el defensa se había erigido como el futbolista menos utilizado del plantel por el preparador almeriensista, lo que ha conllevado, tal y como refleja la propia entidad en un comunicado oficial, a que se haya dado por finalizada la relación contractual entre las partes para, por un lado, que el jugador encuentre en otro lugar los minutos de los que no ha dispuesto en el sureste andaluz y, por otro, para que el conjunto del Mediterráneo reduzca efectivos en una plantilla que actualmente queda conformada por 22 hombres.

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Sobre el autor
David García Fernández
Coordinador y redactor de la sección de la Unión Deportiva Almería en VAVEL.