La Unión Deportiva Almería no pasó del empate en su estadio ante un Girona Fútbol Club que marcha segundo en la tabla clasificatoria. La acuciante necesidad de los andaluces por solventar en el Mediterráneo la pésima imagen que vienen ofreciendo lejos de él provoca que cada cita se afronte como si de una final se tratara, máxime teniendo en cuenta que el margen de error para los unionistas es cada vez menor.

Con todo ello, Fernando Soriano, que alineó un once, a priori, netamente ofensivo con Marco Motta como principal novedad en el lateral derecho, encaraba una nueva cita que, en su primera mitad, deparó a un equipo, el local, que por momentos se mostró superior al contrario gracias a unos inspirados Pozo y Puertas y al buen hacer de Borja Fernández y Fran Vélez en el doble pivote.

Pero, como si de un azucarillo al contacto con el café se tratara, el buen arreón inicial unionista se fue diluyendo con el paso de los minutos por mor del desgaste físico que aducían muchos de los componentes del plantel, que se toparon con un contrario bien pertrechado atrás con una línea de cinco hombres y que supo manejar en todo momento los tempos del envite.

La lesión de Quique González, que, a consecuencia de un golpe con Pedro Alcalá, se marchó del terreno de juego conmocionado y con pérdidas de memoria, marcaría el devenir de la confrontación, dado que las capacidades de Juanjo en el fútbol directo quedaban mitigadas por la envergadura de los centrales gerundenses.

Tras el descanso, aunque en líneas generales el nivel de ambos equipos no fuera precisamente excelso, sí se vio a un Girona más asentado sobre el terreno de juego, sabiendo utilizar sus bazas, y, en definitiva, más hecho y mejor trabajado que su rival.

Un rival, el Almería, en el que el cansancio hizo mella demasiado pronto. Una y otra vez se toparon los rojiblancos con el entramado defensivo catalán y con su propia inoperancia hasta que se sucedió una ristra de contragolpes a favor de los de la Costa Brava a causa de pérdidas de balón o acciones mal ejecutadas por los rojiblancos que bien pudieron dejar a estos últimos con las manos vacías en caso de que los atacantes de Pablo Machín hubieran expuesto mayor acierto de cara a la meta rival.

Finalmente no fue así y el encuentro concluyó con un empate que, a día de hoy, no reporta prácticamente nada positivo a los muchachos de Fernando Soriano. Será el paso del tiempo quien dictamine si el equipo almeriensista obtuvo un punto ante el Girona o, por el contrario, perdió dos.

Fotos: Diego Carmona 

Todas las instantáneas del encuentro, en el álbum de Flickr de VAVEL