El Almería no pudo hacer buena la victoria cosechada en Lugo. Los rojiblancos, con una necesidad imperiosa de sumar de tres en tres, no pasaron del empate frente a un Huesca que fue superior y que gozó de ocasiones suficientes como para haber anotado, al menos, un gol.
Finalmente no fue así fruto de la imprecisión propia y de que se topó con un rival que mejoró sus prestaciones defensivas, pero al que, de tres cuartos de campo para adelante, se le nublaron las ideas. En cualquier caso, en la matinal del domingo, se vio un choque igualado típico de la Segunda División española, como así lo aseguró Juan Antonio Anquela en sala de prensa al término del mismo.
Fran Fernández, que, con su futuro aún colmado de incertidumbre, se estrenaba en el banquillo del Mediterráneo dispuso un once, cuanto menos, ofensivo con futbolistas como Azeez, Pozo, Puertas, Fidel o Quique coincidiendo en el terreno de juego desde un principio.
Y es que tras un inicio un tanto esperanzador por parte de los locales, la producción ofensiva de estos se fue diluyendo con el paso de los minutos por mor de un Huesca bien pertrechado atrás que hacía daño a través de la velocidad y la técnica de hombres como Samu Sáiz o Álvaro Vadillo.
En la segunda parte del encuentro el cuadro local se vio mermado por el desgaste físico y las visitas al área defendida por Sergio Herrera brillaron por su ausencia. Los cambios introducidos por Fran Fernández no surtieron el efecto deseado y el Huesca bien pudo haber asestado un golpe que hubiera sido muy duro para los intereses rojiblancos.
Al final, reparto de puntos en el Mediterráneo que deja al Almería a cuatro puntos de la permanencia y al Huesca llamando a las puertas de los playoffs de ascenso a Primera División.
