Triunfo importante el conseguido por la Unión Deportiva Almería ante el filial del Sevilla, merced a los goles de Uche y de Fidel Chaves, que certificaron una victoria maquillada por un postrero tanto de Carrillo. Partido competido entre dos equipos que se encuentran en situaciones diametralmente distintas y que afrontaban la cita con el agua al cuello, unos, y con la calma que otorga encontrarse en mitad de tabla, los otros.
El choque comenzó con los dos conjuntos midiendo las intenciones del rival y hubo que esperar un cuarto de hora para presenciar la primera ocasión clara del partido, a cargo del cuadro local, que consiguió trenzar una jugada entre Nano, Fidel y Uche, quien le acabaría cediendo el balón a un Borja Fernández que se había sumado al ataque desde atrás y cuyo disparo se fue lamiendo el larguero de la meta defendida por José Antonio Caro.
La carta de presentación rojiblanca se quedó en eso, dado que los de Ramis no consiguieron darle continuidad a esa primera opción y vieron cómo el ritmo del choque fue decayendo mientras el Sevilla Atlético se encomendaba a un halo de inspiración de sus hombres de más calidad.
Uche es la diferencia
Fue entonces, en el momento en el que nada ocurría, cuando todo pasó. Kalu Uche volvió a aparecer, sin previo aviso, como acostumbra. Quique buscó al nigeriano con un centro desde la banda y este no precisó siquiera ganarle la posición a su marcador, simplemente se anticipó al centro con la pierna derecha y solo, que ya es mucho, tuvo que ajustar el balón al palo izquierdo del meta hispalense, que nada pudo hacer para evitar que el primer tanto de la tarde subiera al electrónico.
Tampoco se vio a un Almería superior a su rival tras el gol, que pudo salir airoso de los intentos visitantes por poner las tablas y que no pudo culminar de manera óptima los conatos de contragolpe de los que dispuso hasta que, cuando se rebasaba un minuto del 45, el trencillo del encuentro decretó el fin de las hostilidades en una primera mitad insulsa que Uche sazonó con una diana marca de la casa.
Nada más volver de la caseta de vestuarios, dos ocasiones para cada equipo; una por medio de un centro de Nano, que llegó a la línea de fondo para poner un pase de la muerte a un Uche que no acertó a rematar y otra, la del bando sevillista, escenificada en un disparo desde la frontal de Alejandro Pozo que se fue desviado por muy poco.
El balón estaba siendo controlado por los hispalenses y los locales lo pasaban mal, motivo por el cual Luis Miguel Ramis dio entrada a Ramón Azeez en lugar del otro Pozo, el almeriensista, para ganar en consistencia en la medular y dotar al equipo de una mayor capacidad para arrebatarle el esférico al contrario.
Fidel aumenta la renta y Carrillo maquilla el resultado
Y es que el fútbol, deporte que concatena errores y aciertos por doquier, volvió a dejar una prueba de por qué es tan imprevisible. En primer lugar, una mala entrega de Morcillo hacia su portero pudo costarle el empate a su equipo. Acto seguido, sin siquiera tiempo que la afición indálica tragara saliva, llegó el segundo gol de la jornada gracias a un contragolpe conducido por Quique González, que volvió a vestirse de asistente, y rematado por Fidel Chaves para poner cierta tranquilidad entre la parroquia unionista.
Cierta porque cuando se rozaba el final del tiempo reglamentario el recién entrado al campo Carrillo le dio emoción al encuentro al rematar al fondo de las mallas un saque de esquina botado por Ivi. Finalmente, el tanto visitante no hizo más que maquillar un resultado que terminó por ser favorable a la Unión Deportiva Almería y que le sirve para quedarse a dos puntos de la permanencia y poner distancia de por medio con sus más inmediatos perseguidores.