Marco Motta, lateral derecho de la Unión Deportiva Almería, valoró ante los medios de comunicación la victoria conseguida el pasado sábado ante el Numancia, la cual deja a su equipo más cerca de conseguir el objetivo de la permanencia a falta de cuatro jornadas por disputarse.

El futbolista italiano considera que, más allá del juego desplegado, "lo más importante era ponerse con 45 puntos" para seguir con la dinámica de las últimas fechas: "No me gusta decir que cada partido es una final porque para mí el fútbol es así: siempre tienes que ganar, da igual que luches por una cosa o por otra". En cualquier caso, subraya que los suyos "estuvieron muy bien en la primera parte" ante un Numancia "que no tuvo ninguna oportunidad".

"Este es un club que puede hacer cosas grandes"

Echando la vista atrás, Motta ha querido incidir en que la situación sea ahora diametralmente distinta de lo que fuera cuando aterrizó en tierras almerienses allá por el mes de enero, lo que, opina, es de destacar: "Cuando yo llegué la situación era muy, muy mala, pero yo siempre lo vi desde el lado positivo porque este es un club que puede hacer cosas grandes, que tiene buenos jugadores y gente que trabaja muy bien".

El de Merate, para que los resultados hayan terminado por llegar, considera fundamental el hecho de que el vestuario haya estado "unido", concentrado y consciente de la importancia que adquiría el partido frente al Numancia: "Ahora esto ya es pasado, podemos descansar unas horas, pero hay que pensar en el Mallorca porque si no ganamos todo lo que hemos hecho antes no vale de nada".

A colación de ello, el que fuera internacional italiano afirma que lo más le gusta es que "el Almería depende de sí mismo" para salvar la temporada, aunque no pierde de vista lo que hagan los demás equipos: "La clasificación es importante porque cuando juegas contra un equipo que lucha por el playoff significa que ha demostrado que puede estar ahí. El Mirandés y el Mallorca están por debajo de nosotros pero eso me da igual porque sé cómo tenemos que jugar para ganar".

"No puedo estar sin fútbol. Si paro un entrenamiento, me vuelvo loco"

Entrando a valorar su actuación personal en la tarde del pasado domingo, el "7" confesaba haber arrastrado un proceso vírico que ha podido hacer mella en su estado de forma: "En los últimos días he estado muy mal por un virus que me ha pegado mi hijo, pero soy una persona que no puede estar sin fútbol. ¿Cómo le dices a tu mujer que no compre zapatos? Pues esto igual. Yo no puedo parar ni un entrenamiento porque me vuelvo loco. Siempre quiero jugar y soy muy competitivo".