Se siguen sucediendo los acontecimientos en estas semanas en los que la parroquia de la UD Almería se encuentra tan intranquila. Si bien desde el final de la temporada cada día surge un nuevo rumor sobre lo que sucederá con el plantel rojiblanco, la mayoría coincidía en un deseo común: que Luis Miguel Ramis ocupara el banquillo rojiblanco la próxima temporada.

El máximo responsable de que el cuadro andaluz ocupe un año más un puesto en la Liga de Fútbol profesional finalmente se ha decantado por volver a ponerse a los mandos de la escuadra indálica. Desde la rueda de prensa tras el partido ante el Reus, que se saldó con la victoria de los locales por 1-0, el técnico dejó clara su apetencia por el club urcitano, sus ganas de volver a dirigir una plantilla, quién sabe si en busca de un objetivo mayor que el de salvar la categoría, y tratar de asaltar el ascenso a la Primera División española de la mano del equipo que le concedió la oportunidad de debutar en Segunda.

Con la oportunidad de confeccionar con detalle, desde el principio, una plantilla con la que jugar cómodamente al estilo que acostumbraba durante su etapa en las categorías inferiores del Real Madrid, el técnico catalán negoció, aconsejado por su representante, Dani García, las condiciones de su nuevo contrato con el equipo directivo conformado por el nuevo director deportivo de la UD Almería, Miguel Ángel Corona; el presidente del club, Alfonso García Gabarrón; el vicepresidente ejecutivo, Alfonso García Piñero; y el director general, José Juan Bonillo.

Una de estas condiciones ha sido que se le permita rodearse de sus 'hombres de honor', aquellos con los que compartió andadura en el filial merengue: José Manuel Gil Delgado volverá a ser su segundo, pero como novedades llegarán a Almería el preparador físico Juan Ángel Piñero Madrona y el analista Iván Madroño Campos.

Este movimiento de tamaño calibre podría suponer la confirmación de que las negociaciones sobre una posible venta del club a algún tipo de grupo inversor extranjero podrían haber tocado a su fin, y que el clan García seguiría al frente de la entidad urcitana, de momento.

Cabe destacar, una vez más, la gesta realizada por Ramis, junto con su grupo. Tras aterrizar en Almería con un vestuario hundido en la clasificación y falto de moral, consiguió en 13 jornadas los que el equipo no había podido lograr hasta esa fecha: salir del descenso, realizando además un notable final de campaña ya que, de haberse mantenido esa dinámica de puntuación durante todo el curso, muy posiblemente el elenco indálico habría rondado los puestos de promoción en lugar de los de descenso al infierno de Segunda B. Finalmente, con 51 puntos y un meritorio decimoquinto puesto, el Almería salvaba la categoría, algo que no sucedió con otros como UCAM Murcia, Mallorca, Elche y Mirandés.

A partir de este momento se comenzará a confeccionar la plantilla que tratará de devolver la ilusión a una afición que viene sufriendo lo indecible por ver a un equipo que ha pasado de dar mucho que hablar en una de las Ligas más importantes del mundo a pasar sin pena ni gloria por los campos de España en cuestión de cinco años negros. Pero, como cantan los hinchas indálicos, 'Almería nunca se rinde', y este podría ser un buen primer paso en busca de nuevas metas.

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Sobre el autor
Álvaro Pérez Fernández
Redactor en VAVEL.com (España) de la UD Almería.