Era un secreto a voces y este viernes ha terminado por confirmarse. Si el hecho de que Quique González no se ejercitara junto a sus compañeros en la penúltima sesión matinal de la semana levantaba más sospechas, si cabe, sobre la inminencia de una posible salida, el Almería y Osasuna han hecho oficial el acuerdo al que han llegado ambos clubes para el traspaso del punta vallisoletano previo pago de la cláusula de rescisión del futbolista, cifrada en un millón y medio de euros. 

De esta forma, el ya ex "9" rojiblanco da por concluida una etapa de dos campañas y media en la disciplina indálica, a la que aterrizó en el curso 2014/2015. González necesitó una cesión en el Racing de Santander para ganar experiencia y gozar de los minutos que no le garantizaba por aquel entonces Francisco, antes de regresar al sureste andaluz para asentarse en el equipo y dar buena cuenta de las dos permanencias agónicas en la categoría de plata cosechadas en los últimos ejercicios. No en vano, el delantero se ha erigido en máximo goleador del cuadro unionista en ambas temporadas con quince y dieciséis dianas, respectivamente, llegando a disputar un total de 81 encuentros.

El castellanoleonés estampó su firma el pasado mes de abril en un contrato que le vinculaba a la entidad del Mediterráneo hasta 2021 y que le equiparaba el sueldo al rendimiento ofrecido, lo que no ha sido impedimento para que emigre rumbo a Pamplona, algo que ya estuvo a punto de hacer el pasado verano cuando el conjunto de El Sadar militaba en Primera División.

De esta forma, con la marcha de Quique, el Almería se queda con Hicham como único delantero en nómina y está obligado a acometer en las próximas horas la contratación de un sustituto de garantías que haga olvidar la figura de un goleador que en la mañana de este viernes se ha despedido de las distintas personalidades del que ya es su exequipo antes de viajar a la capital navarra.