Antonio Marín, una de las grandes promesas de la cantera de la Unión Deportiva Almería, no será una realidad en el equipo andaluz, y Álex Quintanilla ha sido el elegido para abandonar la disciplina indálica y liberar así la primera plantilla de efectivos, habida cuenta del acuerdo al que han llegado el propio club y ambos futbolistas para la rescisión de sus respectivos contratos.

El zaguero accitano, de la quinta de jugadores como Joaquín Fernández o Hicham Khaloua, arribó a Almería hace nueve temporadas para iniciar su andadura en el infantil indálico con tan solo 12 años. Pronto comenzó a hacer alarde de las condiciones que se le presuponían y ascendió paulatinamente de categoría alternando su progresión en su club con numerosas convocatorias con los escalafones inferiores de la selección española, con la que incluso llegó a coronarse campeón de Europa sub-19 en el verano de 2015.

Antonio Marín se va del Almería después de nueve temporadas en el club andaluz. (FOTO: @Almeriajuega - VAVEL)

Ese mismo año, después de tres campañas en el filial, logró debutar en Primera División. Al siguiente, con el descenso de los unionistas a la categoría de plata, renovó su relación contractual con la sociedad andaluza hasta 2019 y pasó a ser, a todas luces, jugador del primer plantel. Fue entonces cuando comenzaron a torcerse las cosas para el zaguero, que, a pesar de contar con oportunidades en la primera vuelta del campeonato –jugó un total de quince encuentros- asistió al pobre rendimiento general de un equipo que, a la postre, pasaría apuros para obtener la permanencia. De hecho, él fue uno de los mayores perjudicados del pobre bagaje colectivo y en invierno pasó a tener ficha con el filial para dejar hueco a las contrataciones que se acometieron en el mercado navideño.

En el ejercicio posterior no correría mejor suerte y desde un principio sería cedido al Granada B, con el que fue de menos a más a lo largo del curso y acabó disputando un total de veinte choques en el grupo cuarto de la división de bronce. Una vez finalizado el periodo de préstamo en el filial nazarí y emprendido el viaje de vuelta al Mediterráneo, Marín se encuentra con las puertas cerradas del primer equipo, a pesar de que Miguel Ángel Corona asegurara cuando hizo posesión de su nuevo cargo que desde el club estaban “intentando provocar” que el defensa “estuviera constantemente” a las órdenes de Luis Miguel Ramis, a la par que matizaba que en el presente año iba a ser complicado.

Pues bien, tiempo después la realidad demuestra que esta temporada no será la de la consagración de Antonio Marín en la Unión Deportiva Almería. Ni esta ni las venideras.

Elegido para aligerar plantilla

Por su parte, Quintanilla aterrizó el pasado verano en el sureste andaluz procedente del Barakaldo. Una sanción que arrastraba desde el curso anterior le mantuvo inhabilitado durante las cuatro primeras jornadas y con el paso del campeonato se fue quedando fuera de los planes de Fernando Soriano hasta que en el mercado de invierno se marchó al Mirandés.

No obstante, la rescisión del contrato del zaguero contemplaba una cláusula a través de la cual, en caso de que el cuadro burgalés descendiera, el jugador retornaría al club almeriense, supuesto que al final acabó sucediendo.

Quintanilla descendió a Segunda B con el Mirandés tras caer en Almería. (FOTO: Diego Carmona  - VAVEL)

Ahora, el de Bilbao abandona la disciplina unionista de forma definitiva, habiendo cosechado un bagaje de solo ciento cincuenta minutos oficiales disputados, repartidos entre dos encuentros, uno de ellos de Copa del Rey.