Paco Herrera comentaba tras el partido que su equipo debía seguir ganando tras ganar un partido. Aunque suene redundante, esa premisa parecen habérsela tomado al pie de la letra sus jugadores, que apenas unas semanas han tardado en corroborar las sensaciones que había dejado el equipo canario en pretemporada: el equipo es de fiar y tiene mimbres para hacer algo grande esta temporada.

Aunque fuera en Copa del Rey, en una competición que no es prioridad para Herrera, con un once plagado de debutantes y suplentes y en el único campo donde Las Palmas no salió victorioso desde que Herrera es el entrenador, el equipo canario logró imponerse de forma sólida y convincente a un cuadro balear que continúa buscando una identidad de juego.

Era un encuentro para comprobar la profundidad de banquillo de ambos conjuntos, especialmente el canario. Casto, Marcelo Silva, Christian Fernández –por segunda vez- y Jesús Valentín tras estar la temporada pasada en el filial debutaban con la camiseta amarilla, en un once en el que también estaban el canterano José Artiles o Benja y Valerón, asiduos al banquillo en este inicio. Sólo David Simón y Roque repetían titularidad del equipo que se impuso al Lugo el pasado domingo.

En el Mallorca destacaba especialmente la baja de Marco Asensio, aunque sí se pudo ver a la dupla serbia Scepovic-Markovic, que pasó de forma muy discreta por el césped del Iberostar Estadi. Igual de discreta que la primera mitad. Aburrida, sin ritmo y a veces hasta con la apariencia de que a ambos equipos les sobraba ese partido. Sólo despertó del constante bostezo a la grada una galopada de Company que dejó atrás a tres jugadores amarillos para plantarse ante Casto, pero con poca puntería.

Las Palmas aceleró tras el descanso

Sin embargo, como ocurriría ante el Lugo el pasado domingo, tras una primera parte poco brillante y de más trabajo de destrucción que de creación los amarillos salieron de vestuarios con otro aire. Y en este inicio de temporada Las Palmas está resultando muy contundente y haciendo gala de una pegada de equipo grande. La charla de Herrera no tardó en dar sus frutos. 

Nada más iniciarse la segunda mitad, José Artiles, que estuvo bastante impreciso durante la primera mitad, recibió el balón en banda izquierda y empezó a sortear defensas bermellones hasta plantarse en el área de Cabrero tras haberse deshecho de cuatro defensores. Sin embargo, su lanzamiento se fue demasiado cruzado. Fue sólo un aviso.

En la jugada siguiente, una acción que comienza sin aparente peligro en el área de Casto acaba llegando a Guzmán por la izquierda. Tras conducir hacia el medio, abrió a banda donde aparecía Juan Carlos Valerón, quien filtró el pase al hueco para Artiles, que de primeras la puso al corazón del área donde Benja dejó también de primeras que Guzmán rematara a placer. Corrían 53 minutos y Las Palmas ya estaba por delante tras una obra de arte colectiva.

El Mallorca no tuvo puntería y Leo sentenció

No se vino abajo el Mallorca, que empezó a comprobar que, pese a tratarse de jugadores diferentes, el mal de Las Palmas seguía siendo el mismo que en el encuentro liguero: el balón parado. Fue así, con constantes jugadas ensayadas como los de Karpin ponían en serios aprietos a los canarios, aunque sin puntería de cara al arco de Casto, que no tuvo que hacer ninguna intervención meritoria. Ni Assulin, ni Markovic, ni Scepovic casi al final del encuentro, aprovecharon las buenas ocasiones que dispusieron.

No obstante, sería Las Palmas quien sí aprovecharía la suya y volvería a ver puerta. El canterano Leo, que había salido en la segunda mitad en lugar de Vicente Gómez, aprovechó un pequeño hueco que se abrió en la barrera de Cabrero en una falta desde la frontal para sentenciar el choque en tiempo añadido. 0-2 y partido finiquitado.

Las Palmas estará en el sorteo de la tercera ronda de la presente edición de la Copa del Rey, que se celebrará el próximo 22 de septiembre y donde le espera otro rival de Segunda División, si bien también puede salir exento y pasar la eliminatoria directamente. Mientras Las Palmas sigue llenándose de confianza, el Mallorca continúa plagado de dudas, habiendo obtenido sólo un punto en liga –ante Las Palmas en la segunda jornada- y sin un patrón de juego identificable. Queda trabajo por delante para Valeri Karpin.