Nuevo paso atrás de Las Palmas en su irregular 2015, donde no encuentra el rumbo por el camino llano que le llevó a ocupar durante 17 jornadas consecutivas la primera plaza. Ahora el equipo de Herrera parece transitar continuamente por un camino lleno de baches y curvas cerradas que se hacen más difíciles de sortear, que no terminan de permitir viajar con cierta tranquilidad al conjunto amarillo por la categoría.

Llegaba Las Palmas al Carlos Belmonte rebosante de confianza tras haber roto ante la Ponferradina la racha de cinco encuentros sin ganar, además de haberse reencontrado con sus mejores sensaciones y recuperar su sonrisa más expresiva esta temporada, la que luce Sergio Araujo cuando las cosas le salen bien. Estas premisas hacían pensar que Las Palmas por fin se había reincorporado al carril por el que circuló durante la primera vuelta tras haber dado con los ajustes apropiados en su 4x4.

Ante la baja por sanción de Nauzet Alemán, Paco Herrera recurrió a la velocidad y verticalidad de Guzmán Casaseca, que ha vuelto a entrar en los planes del técnico amarillo en las últimas jornadas y venía de una buena actuación la pasada semana. No fue la única novedad. Christian repitió en el lateral izquierdo por delante de Ángel López y Marcelo Silva dejó por primera vez en la temporada en el banquillo al capitán David García, uno de los más irregulares del equipo amarillo en este 2015. El once, a priori, daba garantías para pelear con decisión la posesión de balón a un Albacete que trata con mucho mimo el esférico y que además llegaba tras ganar en Zorrilla, donde sólo lo había hecho la propia UD Las Palmas. Por si fuera poco. Jonathan Viera volvía a estar a disposición de Herrera en el banquillo y un jugador como Momo se quedaba sin vestirse de corto en la grada.

Apatía inicial

Pero con el pitido inicial se comprobó que el guion que seguía el partido era el propuesto por el Albacete y no por el cuadro canario. El conjunto manchego salió con una marcha más al partido y no tardó en hacerse dueño del balón y demostrar mayor ambición por la victoria, haciéndose con todos los balones divididos, superando continuamente en número y fuerza a todo jugador amarillo que le salía al paso.

Media hora tardó Las Palmas en llegar al encuentro y sacudirse el dominio, aunque sin crear demasiado peligro, manchego. Lo hizo por medio de Hernán, uno de los jugadores que más trató de empujar a los suyos durante todo el encuentro. Tras esa acción, el Albacete comenzó a sentirse amenazado y dejó de circular con tanta alegría, igualándose el peso del partido desde entonces. Fue cuando Ortuño también reclamó protagonismo y primero con una cesión a Araujo que estrelló el argentino contra un rival y luego con un potente lanzamiento lejano que no se marchó por mucho.

Tras el descanso, la crónica de una muerte anunciada. Otra vez salió el Albacete con más decisión en lo que hacía y se fue decididamente a por el partido, buscando especialmente la banda de un Christian Fernández que se había mostrado dubitativo en varias acciones del encuentro. Entonces, cuando habían transcurrido 61 minutos de partido, en un saque de esquina queda el balón muerto en el área amarilla. Araujo se despista, pierde de vista el balón y sale rápido al ataque por instinto, sin percatarse de que el balón quedaba suelto en pies de Núñez, su par en el córner, quien de un acrobático remate con la ayuda involuntaria de Christian que también toca el balón, abría el marcador y hacía justicia ante la ambición mostrada por unos y otros.

Como es habitual en estos casos, la reacción de Herrera no se hizo esperar y Las Palmas despertó definitivamente ante el golpetazo rival. Jonathan Viera entró a escena por un desapercibido Guzmán Casaseca y los amarillos se fueron con mayor ímpetu al ataque, aunque no terminó de dar impresión de que las tuvieran todas consigo en esa tarea, fue más por corazón que por convicción.

Hernán y Ortuño tiraron del carro

Las Palmas se estiró y se encomendó a las acciones de Hernán y Ortuño. El primero tiró de corazón y orgullo, liberándose completamente de su rol de contención para convertirse en uno de los principales generadores de peligro. El segundo, porque lo peleaba todo y aunque fuera a trompicones siempre sacaba algo positivo para su equipo y ponía en apuros a la defensa. Fue así como llegó la mejor ocasión amarilla. No podía llegar de otra forma. Hernán roba el balón en zona cercana al área manchega, tropieza con Ortuño pero acaba adentrándose en el área para sacar un remate que despeja con grandes reflejos Dorronsoro. La jugada define a la perfección lo que fue Las Palmas en la segunda mitad: orgullo, desorganización, impotencia. También solicitó penalti Ortuño por un agarrón dentro del área, pero el árbitro no lo estimó punible.

Quedaba un cuarto de hora pero ahí murieron las opciones amarillas de sacar algo positivo del Carlos Belmonte. El tramo final, ya con Aythami como ariete junto a Ortuño y Araujo, acabó siendo un continuo quiero y no puedo. Las Palmas empujó con corazón pero no fue suficiente ante un Albacete que también defendió con el alma y que, pese a que acabó casi encerrado en su área, no pasó mayores apuros para repetir el resultado de la semana pasada y salir con la etiqueta de matagigantes de la categoría, ya que se ha impuesto a lo largo de la temporada a Betis, Valladolid o Las Palmas, todos por la mínima.

Tras esta derrota se acentúa la mala dinámica de Las Palmas lejos de Gran Canaria, donde no consigue ganar desde que lo hiciera el 3 de enero en el Mini Estadi ante el Barcelona B. Desde entonces, y en especial tras la victoria ante el Zaragoza en Gran Canaria, los canarios han transitado por un camino lleno de obstáculos que antes sorteaban con la solvencia de un 4x4, mientras que ahora encuentran continuas averías que obligan a ralentizar el ritmo de velocidad de crucero que habían encontrado los de Paco Herrera. Tal vez el 4x4 ya está a punto, pero quienes manejan el volante circulan con continuo temor a que vuelva a averiarse. Quedan 30 puntos en juego y los primeros tres se jugarán el domingo en Gran Canaria ante un Girona que ya aventaja en tres puntos a los canarios. Todo pasa por encontrar definitivamente la solución a tanta avería y que el 4x4 vuelva a mostrar credenciales de un pasado no muy lejano.