El Getafe iniciaba el partido con una defensa medio en cuadro, Buendía tenía que actuar de lateral derecho por las bajas que los azulones traían al Gran Canaria, pero salieron con la intención de hacerle daño a una UD que estaba ante una oportunidad más que interesante para puntuar. El frío de Siete Palmas hizo que los dos conjuntos comenzaran algo dubitativos, faltaba un poco de fluidez en ambos lados del terreno de juego, aunque la realidad es que era demasiado pronto para pedir algo más. No obstante, una de las primeras jugadas de combinación de los amarillos acabó con un centro desde la derecha de David García que Willian José remató perfecto al fondo de las mallas de Guaita. Las Palmas se encontraba con un gol tempranero en su primer disparo a puerta, algo que dejaba claro que los amarillos querían más ante un rival directo.

Wakaso, fuera de juego; el Getafe tiene la posesión

Los de Setién tenían el partido en el punto que querían y buscaban animarse un poco más en la parte de arriba. Aun así, el Getafe intentaba desquitarse del tanto yendo hacia el marco de Javi Varas, pero sin demasiado éxito. El gol de Willian no hizo bajar los brazos a un Getafe que quería la posesión El equipo madrileño tenía un poco más la pelota que los grancanarios; los locales estaban bastante atentos hasta el momento a la hora de colocarse defensivamente hablando. A pesar de todo, Las Palmas tenía un primer contratiempo con la lesión de un Wakaso que había durado catorce minutos sobre el verde, siendo sustituido por El Zhar para descontento de los aficionados, que tienen en el ghanés a uno de sus favoritos.

Sin embargo, aun con ese rigor defensivo de otros días, Garrido y Javi Varas comprometieron la portería amarilla con una jugada que Yoda estuvo a punto de aprovechar. El Getafe estaba todavía vivo en el partido y de lo que sí se beneficiaba era de que Las Palmas le estaba dejando algo de comodidad porque le regalaba, entrecomillas, la pelota. La UD preferían esperar un poco atrás, estando juntitos y sin demasiadas florituras, saliendo cuando encontraban algo de espacios y buscando matar a la contra.

Un penalti que vale oro

Cuando los amarillos veían algo de campo hacia arriba, el fútbol de Setién empezaba a fluir y generaba peligro sobre el marco de Guaita. De hecho, en una de esas contras en las que Las Palmas intentaba combinar, Garrido se metió en el área para buscar un centro que terminó en las botas de Tana, aunque éste no pudo rematar y se la dejó a un Viera que estrelló su disparo en la mano de Laccen. Los jugadores de Escribá se volvían locos protestándole a un Melero López al que no le tembló el pito a la hora de señalar la pena máxima y de amonestar al argelino con una cartulina. Viera se encargó de lanzar el penalti y no titubeó, no se puso nervioso ante Guaita para poner el segundo en el marcador.

El resultado se le ponía muy bien a una UD que había aprovechado a la perfección sus ocasiones. Viera lanzó el penalti con mucha personalidad y sin miedo El Getafe estaba medio K.O y los amarillos tenían que reventar el encuentro cuanto antes. Sólo una jugada de Yoda por la izquierda puso en aprietos a una zaga, la grancanaria, que seguía mostrando la imagen de los últimos tres partidos anteriores. A partir de ahí, Las Palmas no se bajaba del burro y buscaba la velocidad, el sorprender desde atrás, teniendo la posibilidad, incluso, de pensar en el golaveraje.

Como un felino agazapado

Llegaban los últimos instantes del primer acto y el Getafe necesitaba, quería intentar hacer daño a Las Palmas con un Yoda muy activo y rápido. El conjunto azulón volvía a tomar algo de cuerpo, pero continuaban sin ver la orilla por ningún lado. La UD cerraba espacios y se mantenía con buena dinámica atrás, sabiendo aguantar a su rival de la mejor manera. Como un felino agazapado, el conjunto de Setién había sabido esperar su momento para atacar a su rival directamente al cuello y sin pedir permiso. 

Tana sigue la fiesta con muchísima calidad

El inicio de la segunda parte se tornó un poco aciago, aunque Las Palmas iba dominando el centro del campo con un Roque Mesa descomunal. Los amarillos querían más, sabían que el golaveraje era importante e intentaban rematar la jugada. Una de esas jugadas en las que se encontraban con espacios, El Zhar aprovechó el pase de Momo para adentrarse en el área de Guaita, aunque disparó al cuerpo del guardameta y el balón salió rebotado, llegando a los pies de Momo otra vez, quien remató bastante mal; la pelota quedó posteriormente en los pies de Viera y éste se la entregó a Tana para que, con un gesto técnico muy bueno que sentó a Pereira, destrozó a Guaita con un latigazo.

Las Palmas continuaba abusando de un Getafe que estaba cuajando una noche bastante negra; los azulones no mostraban síntomas de ser mejor que los amarillos y seguían tocados. El gesto técnico de Tana en el gol fue para quitarse el sombrero Aun así, un cabezazo de Medrán poco después obligó a Varas a volar, literalmente, para evitar la reacción de los del sur de Madrid. Pero eso no significaba nada, ya que los de Setién seguían y seguían empeñados en machacar a su rival, de hacer disfrutar a sus aficionados. Con confianza, todo se veía mejor.

Pereira se va antes de tiempo y deja al Getafe más K.O

Escribá buscó con la entrada de Álvaro Vázquez y Moi Gómez algo más de chispa arriba, pero Las Palmas estaba  en estado de gracia, le salía casi todo y cada vez tenía más posesión, más presencia arriba. El fútbol estaba dándole todas las armas a los amarillos para intentar darle la puntilla al Getafe. De esa manera, una entrada de Pereira a destiempo le mandaba a los vestuarios antes de tiempo, una cuestión que evidenciaba la desesperación de los azulones. La UD más claro no lo podía tener para hacer sangre.

El balón ya estaba monopolizado por los amarillos, parecía que el Getafe enseñaba bandera blanca y el partido se iba más hacia un punto donde sólo podían salvar golaveraje. Un disparo espectacular de El Zhar se topó con la madera y evidenciaba que no había conformismo en el seno de los de Setién. De esa forma, continuaban destacando hombres en las filas grancanarias como Willian José y Roque Mesa, convirtiéndose en los auténticos capos del Gran Canaria.

Problemas para Bigas; Tana destroza a Guaita por bajo

Se encarrilaban los últimos diez minutos, el público quería otro gol y Willian José se quedó con las ganas tras marrar una ocasión clarísima tras ganarle la espalda al central. Tana vio una autopista y fusiló a Varas para igualar el golaveraje En ese sentido, unos problemas de Bigas con su hombro obligaban al mallorquín a abandonar el campo, siendo suplido por un Valerón que alcanzaba la mágica cifra de 400 partidos en Primera División. Las Palmas dominaba, se gustaba y todo salía a pedir de boca; buscaron un resultado que terminara de enterrar fantasmas de semanas anteriores, de problemas extradeportivos y de cuestiones que poco tienen que ver con el fútbol.

Con un Momo que también estaba cuajando un gran partido, Las Palmas encontraría el camino del cuarto tanto desde las botas del de Las Torres. Momo vio una autopista y mandó el balón a los pies de un Tana que, como un delantero centro, batió por bajo a Guaita para empatar el golaveraje y llevar la locura a las gradas de un Gran Canaria entregado con su equipo, con sus jugadores y con el guion de un partido pluscuamperfecto.

Así da gusto venir al fútbol

A pesar del frío, a pesar de ser un martes y con un horario bastante complicado, acercarse al Estadio de Gran Canaria mereció la pena. La UD Las Palmas cuajó su mejor encuentro en lo que va de temporada y ante un rival directo demostrando capacidad goleadora, combinación y sintonías de mejoría. De esa forma, los de Quique Setién pueden mirar hacia el futuro con mucho más optimismo y, de un plumazo, se quita todo el peso de los acontecimientos ocurridos fuera del rectángulo de juego. Con un Willian José de dulce, un Roque Mesa que sigue siendo el jefe del centro del campo y con un Momo muy suelto, Las Palmas puede seguir cogiendo aire para seguir mirando a la permanencia a la cara.