Pasado y presente se interrelacionan inevitablemente en la vida. La historia forma parte de cada persona; usted, estimado lector, que lee estás líneas, también posee un largo caminar. En el fútbol, fiel reflejo una vez más de la vida misma, ocurre algo similar. Y es que suele decirse que en este bello como injusto deporte no existe memoria ni reconocimiento. Sin embargo, echar la vista atrás es en ocasiones perfumar la realidad, emprender un viaje a antaño para olvidar el oscuro hogaño.

Existen, pues, clubes con una historia repleta de éxitos, bajo cuya sombra deben pervivir hoy en día. Es el caso de equipos como Milan, Liverpool o el propio Valencia. Escuadras con un ayer glorioso y un hoy dubitativo. Es por eso que las malas rachas van acompañadas de un profundo sentimiento de melancolía que invita a la reflexión. Así, los antecedentes de un encuentro como el que enfrenta a Las Palmas y Valencia cobran especial relevancia.

Ambos contendientes han disputado un total de 63 partidos, repartidos en 29 victorias para los blanquinegros (46%) 20 triunfos para los amarillos (32%) y 14 empates (22%). Una rivalidad que domina el actual equipo de Gary Neville, pero que ha dejado varios momentos, dulces y amargos,  para el recuerdo de las dos entidades. La superioridad valencianista será un aliciente extra por el que intentar derrotar el próximo fin de semana a un equipo decaído pero peligroso.

El primer duelo dio como vencedor a Las Palmas, por un resultado de 5-3

En la Isla se recuerda con cariño el primero de tantos enfrentamientos, acontecido en la temporada de debut de Las Palmas en la Primera División. Fue en 1951, cuando los amarillos vencieron por un resultado de 5-3. Los goles fueron obra de Cedrés (por partida doble), Peña, Tacoronte y Lorencito. Por parte del Valencia, los realizadores acabaron siendo Badenes, Pasieguito y Cabillo. Sus tantos únicamente sirvieron para maquillar el abultado marcador y asustar a una Unión Deportiva que finalmente resultó arrolladora.

No obstante, al trasladarse a la actualidad, la racha frente al equipo ché se resiente. La última victoria de Las Palmas data del 29 de noviembre de 1987, donde el cuadro entrenado por Germán Devora se impuso al comando de Di Stefano por 2-1. Los goles de Saavedra y Contreras inutilizaron el gol inicial de Fernando, que adelantaba a los visitantes en el minuto 6 de juego. Ocho veces se han cruzado desde entonces, con un balance de seis victorias para el equipo del murciélago (figura heráldica por antonomasia en la comunidad valenciana) y dos empates.

Sin embargo, y sin remontarse a tiempos tan pretéritos, Las Palmas y Valencia se han citado hasta tres veces esta misma temporada. Así lo deparó el bombo copero al repartir azar en cuartos de final de Copa del Rey, cuando emparejó a dos equipos con distintas metas. Además, el partido de Liga de la primera vuelta en este mismo curso liguero, acaecido en Mestalla, hizo concurrir las aspiraciones de unos y otros. Lo que no pensaban es que las sensaciones y sobre todo las posiciones clasificatorias de aquel entonces distaran tanto de las actuales.

Los amarillos saben qué supone enfrentarse tanto a Nuno como a Neville

Una plantilla tomada por Setién pocas semanas antes se batía con un discutido Nuno Espíritu Santo, que aún así mantenía a los chés en séptima posición, con 19 puntos (nueve más que los amarillos). El cántabro planteó un partido tácticamente encomiable, y pese a comenzar el partido encajando un gol tempranero, los jugadores se rehicieron. La segunda parte fue probablemente el tramo de mejor fútbol desplegado por Las Palmas en la primera vuelta. De este modo, los canarios consiguieron empatar por mediación de Viera y estuvieron a punto de culminar la remontada, evitada tan solo por una excelente actuación del guardameta.

Actualmente, la diferencia entre los dos combatientes es de tan solo un punto, motivo, entre otros, que ha llevado a replantearse en las orillas del Turia la contratación de Gary Neville en detrimento del técnico portugués. Con el entrenador escocés ya en el banquillo valencianista se presentó la eliminatoria de Copa. Las fuerzas parecían poder estar equilibradas, y así se confirmó tras la ida. Un buen partido del Valencia no fue suficiente para derrotar a los visitantes, aguerridos y con buena dosis de fortuna. Con el 1-1 final se llegaría a la vuelta, en el Estadio de Gran Canaria.

El feudo de Siete Palmas acogió el encuentro con ilusión pero a sabiendas de que lo esencial para su equipo era y sigue siendo la lucha por la permanencia. Un gol de Rodrigo en el 20’ truncó las posibilidades de los locales, que persistieron en su intención y a punto estuvieron de colocar el empate en el electrónico. Esta fue la última vez en que se citaron amarillos y blanquinegros.

Con este balance tendrá lugar el sexagésimo cuarto enfrentamiento en la historia. La Unión Deportiva pretenderá dar un vuelco al pasado y el Valencia salir cuanto antes de la pesadilla en que se encuentra inmerso. Ambos objetivos pasan por conseguir los tres puntos el próximo sábado, en el partido correspondiente a la jornada 31 del Campeonato Nacional de Liga. La suerte aún no está echada, pero poco tiempo falta para que el balón comience a rodar.