Sin duda, el triunfo que ha cosechado la Unión Deportiva en el último partido de la jornada ante el Athletic Club se puede etiquetar de trascendental. Tras el duro golpe que significó la derrota en el Benito Villamarín frente al Real Betis, los hombres de Quique Setién necesitaban los tres puntos para tomar oxígeno. Y así fue. Los goles de Kevin-Prince Boateng, Momo y Jonathan Viera han servido para que Las Palmas coja aire en mitad de tabla.

Muchas son las claves que explican esta victoria amarilla sobre el cuadro bilbaíno. La actuación estelar de Jonathan Viera, la mejor versión de hombres como Tana o Roque Mesa, la aportación constante de Marko Livaja...Pero sin duda el gran factor que motiva este triunfo de la Unión Deportiva es precisamente el terreno de juego. Una semana más, el Estadio de Gran Canaria sigue mostrándose intachable y continúa en esa selecta lista de campos imbatidos de LaLiga Santander.

De hecho, el Estadio de Gran Canaria es junto al Santiago Bernabéu el único campo que no conoce la derrota esta temporada. Ocho partidos se han disputado en el recinto de Siete Palmas y el balance es de cinco triunfos amarillos y tres empates. Ni siquiera el líder Real Madrid; tampoco el efectivo Celta de Vigo que llegó a ponerse 0-3 en el marcador y ahora el siempre férreo Athletic Club. Empezó el campeonato liguero en agosto y Las Palmas cierra el mes de noviembre sin conocer la derrota en casa.

Y es que el Gran Canaria tiene esa tónica especial que hace que la Unión Deportiva resucite una y otra vez. Quizás en otros campos podría haber imperado la crítica tras la fragilidad que el equipo mostró en Sevilla; en otros estadios el nerviosismo se hubiera apoderado de las gradas con el 2-1 que puso Raúl García desde el punto de penalti. No ocurre así en la isla. Los pupilos de Quique Setién son conscientes de que la primera clave para realizar una temporada sólida es dejar los puntos en casa y de momento el equipo está aprobando la asignatura con muy buena nota.

El recinto de Siete Palmas es capaz también de redimir jugadores. Empezando por la portería, donde Javi Varas ha acallado a esas voces que abrían el debate sobre si Setién debería darle más confianza a Raúl Lizoain. Con 2-1 en el marcador y en los mejores minutos del Athletic en el partido, el meta sevillano realizó una de las paradas de la jornada. Ante un remate a bocajarro de Susaeta, Varas sacó una mano decisiva en línea de gol para evitar el empate de los leones.

Marko Livaja fue otro de los resarcidos de esta victoria amarilla. No marcó y sigue sin ver portería desde la primera jornada en Mestalla, pero su labor como nueve volvió a ser impecable. De sus botas nació la jugada del primer gol de Kevin-Prince Boateng y dio la asistencia a Jonathan Viera para sentenciar el partido en el descuento. Si bien es cierto que lo primero que se le exige a un delantero es fortuna de cara a portería, el trabajo de Livaja ha conseguido ganarse la confianza de Setién.

Otro de los hombres que logrado volver a primera línea fue Momo. La lesión de Prince hizo que entrara en el descanso y tan sólo cinco minutos después lograba ver portería. El mayor de los hermanos Figueroa culminó con la zurda un veloz contragolpe de la Unión Deportiva. El fondo de armario del cuadro canario, también aprobado con sobresaliente.

Ahora, toca por unos días cambiar el chip. Las Palmas encara su primer partido de Copa del Rey en Huesca y la orden es de volver a soñar como la temporada pasada. Presumiblemente, Setién dará descanso a los titulares y serán los menos habituales los que tendrán que dar un golpe sobre la mesa. Desde luego, si el equipo da fuera de la isla la misma imagen que en el Gran Canaria, la Unión Deportiva está abocada a una temporada llena de éxitos.