Si algo ha venido acusando Las Palmas este curso para dar el salto definitivo es falta de pegada. El gol, juez del fútbol, ha sido la asignatura pendiente de los amarillos en varios encuentros de la temporada. Sergio Araujo, cedido finalmente al AEK Atenas, no había entonado su mejor versión; Marko Livaja, el otro delantero centro, arrancó de modo endiablado pero sus apariciones en zona ofensiva se han ido diluyendo. Pero Setién cuadró las piezas y encontró solución.

Kevin-Prince Boateng aterrizó el pasado verano en Gran Canaria como una estrella y su luz, lejos de agotarse, ha acabado por iluminar al conjunto insular. Empezó a jugar en banda, donde disponía de mayores espacios que explotar con velocidad, desborde y poderío físico. En esa demarcación deslumbró: debutó marcando, corrió, trabajó en defensa... Se convirtió, de hecho, y pese a no estar ubicado físicamente en esa parcela de campo, en la mayor amenaza realizadora de la Unión Deportiva. 

Cuando Prince tocaba un balón era sinónimo de peligro, incluso en la banda. Si podía centraba su posición para acudir al remate, tanto de cabeza como al espacio o en el juego directo. Hasta que el cuerpo técnico, encabezado por Setién, y auspiciado por las bajas, optó por colocarlo en punta. Así lo decidió el entrenador cántabro ante Sporting, Barcelona y Valencia (ante el Deportivo no jugó por acumulación de tarjetas). 

Seis goles en 13 partidos de Liga

La marca del atacante ghanés se ha ido engrosando a poco que ha gozado de oportunidades. Independientemente de su posición de partida. Su primera diana la logró contra el Valencia en el primer partido de la temporada. Fue un testarazo inapelable al que el meta no pudo llegar. No tardó en volver a ver puerta. En la segunda jornada, frente al Granada, se armó de valor para saltar a rematar, ante la salida de Ochoa, un balón venido del cielo. 

Su siguiente víctima fue el Villarreal. En El Madrigal (actual Estadio de La Cerámica) rubricó uno de los mejores tantos de su carrera, en clave coral e individual. Su remate de volea fue precedido por un antológico pase de tacón de Tana. También sufrieron su voracidad Celta y Athletic, ambos en el Estadio de Gran Canaria. Y no podía empezar de mejor modo la segunda vuelta. Participativo desde el principio, Prince redondeó su actuación ante el Valencia con el definitivo 3-1

Mejor promedio goleador en Las Palmas

Boateng ha igualado su mejor marca anotadora en competición doméstica. Seis goles había hecho con el Schalke en el curso 13-14 y los mismos guarismos alcanzó este pasado lunes. Eso sí, en Alemania lo hizo en 28 partidos (un promedio de 0,21 por choque) y en la isla, en 13 encuentros (un promedio de 0,46), es decir, es casi el doble de eficaz. Sus estadísticas no paran de crecer y Setién le seguirá concibiendo como una opción a valorar para ser la referencia ofensiva.