El término tierra de nadie se presenta ya añejo en el tiempo. Lo han utilizado durante toda la historia, por ejemplo, los colonizadores, al llegar a territorio desocupado. También ha adquirido connotaciones bélicas al hablarse de la guerra de trincheras, esto es, para hacer alusión al terreno entre dos bandos que ninguno de ellos ocupa. Y es que los conceptos evolucionan, se adaptan y se adecuan al hablante y a sus necesidades.

El fútbol, como es habitual, absorbe conceptos y los transforma a su contexto. Así, referirse a tierra de nadie en este caso permite aludir a la situación de aquel equipo que virtualmente no dispone de ningún objetivo inmediato por el que luchar. Ni descenso, ni posiciones europeas. Significa tranquilidad, sosiego y estabilidad. Para Las Palmas, además, supone dar un salto en su camino hacia el más preciado de los deseos: echar raíces en Primera.

Cinco puntos más que la temporada pasada

La Liga ha superado ya el ecuador de la competición; este fin de semana se disputará la jornada 29, con lo que son 30 los puntos en juego todavía. Matemáticamente es posible aún que el Athletic desciente y que el Sporting ocupe posición europea. O que Las Palmas empate con el Real Madrid en puntos y el golaverage, del lado insular, decante el título en su favor. Más allá de rocambolescas posibilidades, ya hay fijados ciertos marcos clasificatorios donde pueden producirse cambios de modo restringido.

Las Palmas no ha conseguido reponerse a los últimos golpes para luchar por Europa

La pugna por el descenso, la lucha por Europa y la carrera por el título ya parecen tener protagonistas. Y también un último bloque, el de los equipos cuya puntuación no permite pelear por nada. La propia Unión Deportiva, en duodécima posición y con 35 puntos, es uno de ellos. Porque pese al buen hacer de comienzos de campaña se ha acabado imponiendo el cúmulo de vaivenes que ha azotado al equipo. La regularidad define la realidad de los clubes y esta ha hecho lo propio con los isleños.

A estas alturas de curso, los de Setién se sitúan 14 puntos por encima de la zona roja y nueve por debajo de la séptima plaza. Esta podría otorgar plaza europea si el Barcelona se impusiera al Alavés en la final de Copa del próximo 27 de mayo. Pero el pasado curso 2015-2016 los amarillos no gozaban de esta misma tranquilidad. En ese entonces se encontraban decimoquintos con 30 unidades, cuatro sobre el descenso y a 12 de la séptima posición.

Prestigio clasificatorio y económico

Otro factor en juego es el prestigio del club y del propio entrenador, no solo en clave actual, sino futura. Ambas partes desean concluir del mejor modo posible la temporada: por parte de la entidad, el deseo es seguir evolucionando en la categoría para poder conseguir la estabilidad anhelada. Todo lo que suponga estar sobre el duodécima puesto se convertiría en el mejor registro clasificatorio de los últimos cuatro lustros.

Asimismo, ascender una plaza en La Liga significa una mejora económica. Un 25% de los ingresos televisivos se reparten en función de la clasificación histórica de los clubes en Liga de los últimos cinco años. Así, la Liga de Fútbol Profesional se asegura que los equipos se planteen competir y tener algo que jugarse, si bien continúa siendo una medida poco equitativa de repartir los ingresos. Las Palmas fue el equipo que menos dinero percibió en la temporada 2016-17 (40 millones).

Por otro lado, Quique Setién necesita, amén de su profesionalidad, mantener el caché. El técnico cántabro será una de las piezas más codiciada en el próximo mercado estival, por lo que no se quiere arriesgar a que su valor se reduzca por una mala clasificación con la Unión Deportiva. Algo similar ocurre con el propio club. Cuanto más alto logre quedar mayor será la predisposición de otros técnicos a sentarse en el banquillo del Estadio de Gran Canaria.

El proyecto que viene

Un factor añadido a la presente situación liguera de los amarillos es la posibilidad de comenzar a preparar la campaña que viene. La plantilla es el eslabón que más pendiente debe estar del presente, sobre todo porque de este dependerá presumiblemente su futuro en el club (hay incluso una larga ristra de futbolistas cuyo contrato finaliza en junio). No obstante, los directivos ya trabajan en la búsqueda del nuevo entrenador y en la preparación del curso 2017-2018. 

Desde las oficinas de Pío XII tampoco perderán detalle de lo que ocurra en el último tramo de Liga, pero el foco estará puesto en lo que ocurrirá tras el mes de junio. El verano traerá consigo la marcha de Setién y, si la primavera no se anticipa, el anuncio del nuevo entrenador. Se manejan varios nombres, aunque la nebulosa todavía no se ha aclarado. Desde Laudrup hasta Gerardo Martino, pasando por Rijkaard.

Calendario de los últimos 10 encuentros

Jornada Partido
29 Celta-Las Palmas
30 Éibar-Las Palmas
31 Las Palmas-Betis
32 Athletic-Las Palmas
33 Las Palmas-Alavés
34 Leganés-Las Palmas
35 Las Palmas-Atlético
36 Sporting-Las Palmas
37 Las Palmas-Barcelona
38 Deportivo-Las Palmas