Aunque estadísticamente hablando los enfrentamientos entre Athletic y UD Las Palmas tengan una clara inclinación hacia el color rojiblanco, un encuentro entre vascos y canarios no deja de ser un choque de dos escuadras con muchas cosas en común. Tanto el conjunto entrenado por Valverde como el dirigido por Setién son, a día de hoy, dos de los tres equipos que cuentan con más canteranos en nómina en toda la Primera División, algo que muestra el enorme respeto de ambos clubes por el trabajo hecho en sus respectivas categorías inferiores.

Esa circunstancia también ocurrió el año pasado cuando el nuevo San Mamés abrió sus puertas para recibir a una UD que regresaba al templo bilbaíno después de muchos años de ausencia. Era un partido entre dos equipos con objetivos distintos y soleras diferentes, algo que también va a suceder esta semana cuando vuelvan a verse las caras. Por aquel entonces, Las Palmas seguía intentando encontrarse a sí misma tras la destitución de Paco Herrera, aunque los primeros brotes verdes de la era Setién ya se estaban dejando notar de forma ostensible.

El partido comenzó con igualdad y con ocasiones para los dos, dejando el protagonismo bien repartido para ambos. Las Palmas jugó un gran partido en uno de los campos más complicados de España No obstante, una mano de David García iba a cambiar el guion de partido porque Aduriz no se puso nervioso y convirtió el penalti a pesar del esfuerzo de Varas. Aun así, Las Palmas no le perdió la cara al encuentro y continuó peleando por los puntos con mucha claridad, algo que daría sus frutos cuando un mal despeje del Athletic fue aprovechado por Vicente para empatar el encuentro con un golpe seco desde el interior del área.

Eso sí, la alegría le duró poco al conjunto amarillo debido a una pérdida criminal en la salida de balón que terminó en un disparo cruzado de Iñaki Williams que terminaría besando las mallas. Quizás, el cuadro grancanario no mereció esa puñalada y terminó pagando un pecado capital, aunque los de Setién se levantarían otra vez. Un despeje de la zaga vasca tras una falta botada por la UD acabó en los pies de un Tana que, con otro golpeo seco y con la suerte de un bote preciso sobre el césped, mandó la pelota al fondo de la portería de Iraizoz.

Y así, dos equipos con muchísimos canteranos por bando, terminaron empatando un encuentro que serviría para que los amarillos siguiesen mirando hacia arriba en la clasificación. La temporada pasada, San Mamés vio destellos de la UD Las Palmas que deslumbraría unas pocas semanas después al fútbol español.