Gran ambiente de fútbol el que se ha vivido la noche del sábado en el Municipal de La Línea, rememorando aquellos trofeos en los que los protagonistas eran la niebla y el fútbol de alto nivel. Para la ocasión, el cartel del evento estaría compuesto por el anfitrión, la Real Balompédica Linense, y un equipo de la Liga Santander que la pasada campaña elaboró un juego exquisito y vistoso bajo las órdenes de Quique Setién: la Unión Deportiva Las Palmas. Un equipo de relumbrón para "resucitar" el trofeo, una ocasión inmejorable para volver a disfrutar de un evento que se igualaba en relevancia a los trofeos Carranza y Teresa Herrera, protagonizados por equipos procedentes de todo el mundo que, todos los veranos, recorrían kilómetros para hacer vibrar y disfrutar a miles de personas a lo largo de la geografía española.

Un "revival" de las noches de antaño

Con más de 4.000 personas en las gradas del Municipal, se sucedieron los primeros compases del encuentro con una Unión Deportiva queriendo ser protagonista, pero sin claridad. Eran minutos de tanteo y de continuo análisis del rival, en los que la Balona poco a poco empezó a creer en sí mismo, a demostrar el potencial que tiene y que no se arruga ante un rival de calibre. Los de Julio Cobos jugaban con calma y pretendían llegar al área con argumentos, pero no acababan de ejecutar con la claridad suficiente. Aún así, los de Manolo Márquez tampoco corrieron mejor suerte. Los amarillos se encontraron con una defensa bien plantada y un portero que tiene pinta de dar muchas alegrías a la parroquia albinegra: Javi Montoya. Los palos también existen, y les privaron de colocarse por delante en el marcador.

Dando la sorpresa

Tanto Gato como José Ramón se empeñaron en hacer de las suyas y crear peligro. A ellos se sumaron el delantero Estoico y el mediapunta Sergio Molina. En cuanto se aliaban, los hombres más adelantados de la Recia se convertían en un auténtico quebradero de cabeza para la defensa visitante. 

De este modo, las ocasiones se fueron sucediendo hasta que el granadino Gato volvió a dejar destellos de su enorme calidad y, al igual que ante el Real Betis, marcó un tanto "sello de la casa". Entrada por banda, y tiro raso para anotar el primer tanto de la noche. El gol de lojeño, a menos de diez minutos para el 45', hizo que la afición se llenara de júbilo e ilusión, haciendo creer que era posible dejar el trofeo en La Línea.

Tras la reanudación, Manolo Márquez no quiso esperar y retiró al portero Chichizola para que Raúl Lizoain ocupara su puesto. A pesar del cambio de guardameta, la reacción por parte del cuadro amarillo no llegó, y el técnico hizo diez cambios de golpe. Entraron Vitolo, Lemos, Jonathan Viera...y ahora , la Unión Deportiva reaccionó. Aprovechando que el cansancio iba haciendo mella en los balonos, y las puntuales imprecisiones que se daban en consecuencia, los de Márquez pusieron toda la carne en el asador y fueron a por todas: juego más fluído y rápido, jugadores frescos...todo ello con el objeto de poder remontar el partido y llevarse el trofeo para tierras canarias.

Poco duró la alegría

Y así fue. Una genialidad de Halilovic, ante la impotencia de la defensa, bastó para que con un disparo por la escuadra pusiera el empate en el marcador. Tras una jugada bien elaborada, el croata se metió por la banda y disparó sin apenas oposición para marcar un auténtico golazo que arrancó algunos aplausos de la grada. Los linenses intentaron reponerse y tuvieron alguna que otra llegada para tratar de volver a ponerse en ventaja, pero no inquietaron demasiado la meta defendida por Chichizola. El uruguayo Lemos se convirtió en todo un seguro para la defensa, y Vitolo era un constante peligro para la zaga local. Los visitantes llegaban cada vez con más asiduidad, y consiguieron un saque de esquina que a priori, parecía que no sería de gran relevancia. Para desgracia de los balonos, no fue así. Tras un despeje dentro del área, los jugadores albinegros no se entendieron y dejaron un balón suelto que no parecía acarrear mayores consecuencias, pero de repente apareció la bota del central Lemos para poner por delante a los suyos, dejando a la grada perpleja y en estado de confusión.

Remar para morir en la orilla

Como un jarro de agua fría, los linenses se ponían en desventaja, pero la afición no dejó de animar y siguió creyendo en la remontada. La escuadra blanquinegra se fue a por todas, y en un intento por conseguir el empate, aprovechaban los desajustes defensivos de la zaga amarilla para atacar con toda la artillería. Estoico, Sana, Dani Espinar...todos se fueron arriba, pero sin suerte ni acierto. Los de Julio Cobos disfrutaron de numerosas ocasiones claras para establecer de nuevo las tablas, pero acabaron sucumbiendo a la calidad del rival

Con el 1-2 definitivo, la Unión Deportiva Las Palmas se proclamó campeona del XXX Trofeo "Ciudad de La Línea". La ensaladera fue entregada al capitán Jonathan Viera por Gabriel de Frutos Hernández, impulsor del Trofeo "Ciudad de La Línea" en la década de los 70. La ciudad de La Línea volvió a vivir una noche espléndida de fútbol, con un excelente ambiente en las gradas. Una alegría merecida para los linenses, una auténtica fiesta la que se ha vivido en el coliseo del municipio gaditano.