La jornada dieciocho de la Liga Santander se jugó en un día especial del año, el día de Reyes. Es una tradición que este día se coma un dulce típico de la navidad, el roscón de reyes. En este partido la Unión Deportiva estaba saboreando este manjar cuando de repente se encontró el haba y se dieron cuenta que tendrían que pagar al final.

El comienzo del partido estuvo bastante igualado entre los dos equipos. Ambos se tanteaban mutuamente e intentaban no arriesgar en el juego. Intentaba tener el balón Las Palmas y el Eibar esperaba, pronto el equipo insular enseñó las uñas con un pase de Viera que dejaba solo a Calleri ante el portero. Esta jugada no tuvo mayor relevancia pues fue anulada por fuera de juego, pero servía para ver las intenciones de los locales. También tuvo su ocasión David Simón con un disparo que se fue desviado en los primeros minutos. 

No esperó mucho el Eibar para contestar y lo hizo con un remate de cabeza de Inui que mandó a córner Chichizola con una gran parada. En el minuto diecisiete llegó la primera amarilla del partido, para Sergi Enrich por un codazo a Peñalba en la cara. También tuvo de nuevo Calleri otra ocasión clara anulada por fuera de juego.

El primer contratiempo para los amarillos llegó en el minuto veinticinco cuando en una pugna por un balón Pedro Bigas caía lesionado y tenía que abandonar el terreno de juego. En su lugar entró Mauricio Lemos.

Jugadores de Las Palmas celebrando el gol | Foto: www.laliga.es
Jugadores de Las Palmas celebrando el gol | Foto: www.laliga.es

La redención de Viera

Los minutos seguían pasando y nada cambiaba, hasta que el minuto treinta Jonathan Viera se inventó un pase con el pecho para Hernán Toledo que entró en el área con velocidad y fue derribado provocando así un claro penalti que el árbitro pitó. Como es costumbre Viera cogió el balón para lanzarlo, pero desde el banquillo llegaba otra orden, Jémez pedía que lo tirara el debutante Gabriel Peñalba. Sin embargo Viera decidió que no, que él sería el encargado de tirarlo. Después de haber fallado el último ante el Españnyol esta era su oportunidad para resarcirse un poder dar a la grada una alegría. Viera realizó su ritual a la hora de tirar la pena máxima y esta vez consiguió engañar al portero rival y marcar el gol. Las Palmas se ponía por delante en el marcador.

Con el resultado a favor Las Palmas siguió controlando el partido y el Eibar frenándole a base de faltas, y así se llegó al descanso.

Otra mala segunda parte

Como ya había pasado en el partido de Copa ante el Valencia, y en general en varios partidos a lo largo de la temporada, en la segunda parte un partido que estaba ganado Las Palmas y tenían más o menos controlado, empieza a virar del lado del contrario y se acaba escapando de las manos.

No se sabe muy bien porqué, pero desde el comienzo de esta segunda parte se pudo ver que Las Palmas ya no controlaba tanto el partido, y que el Eibar había salido mejor que en la primera mitad. Aun así todavía  el encuentro estaba igualado y Las Palmas pudo aumentar el marcador con un gran jugada por banda que elaboraron entre Samper y Hernán Toledo y que acabó en un remate mordido de Calleri a las manos de Dmitrovic.

Samper retirado en camilla | Foto: www.laliga.es
Samper retirado en camilla | Foto: www.laliga.es

Las desdichas para el equipo amarillo empezaron el minuto sesenta y ocho cuando, de nuevo, un jugador de Las Palmas sufrió una lesión. En este caso fue Sergi Samper el que cayó al terreno de juego con claros signos de dolor. Las asistencias entraron rápidamente y lo cierto es que las imágenes que se han visto son muy feas. El joven centrocampista cedido por el Barcelona sufrió una fractura del peroné y una rotura del ligamento del tobillo izquierdo. Esta pérdida en el centro del campo mermó el juego del conjunto amarillo.

Sin embargo lo peor estaba por llegar pues en cinco minutos Las Palmas cometería dos importantes fallos defensivos que permitirían al Eibar remontar el encuentro. El primero en el minuto setenta y dos cuando en el saque de una falta lejana el balón es colgado al área y tras un pase de Charles remata Orellana, que acababa de entrar al campo, y marca el gol del empate. En el setenta y siete llegaría el segundo tras un nuevo centro que en esta ocasión remata a placer de cabeza Enrich sin mucha oposición de los defensores.

Todos estos acontecimientos negativos volvieron a traer fantasmas del pasado que acabaron de mermar el ánimo del equipo amarillo. Poco más se vio de la Unión Deportiva tras este gol y el Eibar supo manejar el partido hasta su conclusión.