La UD Las Palmas llegaba a Butarque con la posibilidad momentánea de salir de los puestos de descenso en caso de victoria. Sin embargo, el equipo canario apenas logró inquietar a Cuéllar durante los noventa minutos. Los canarios, con un planteamiento demasiado conservador, viajaron a Madrid en busca de un punto y lo acabaron consiguiendo. Jémez estará contento aunque, a pesar del empate, las sensaciones que deja el equipo no invitan al optimismo
¿Qué fue del antiguo Paco Jémez?
El técnico cordobés parece haberse propuesto como reto personal quitarse de encima el "sambenito" de kamikaze. Esta UD poco se parece a los equipos que anteriormente ha dirigido. Jémez ha conseguido que los canarios sean un equipo ordenado y comprometido defensivamente y ha conseguido frenar la sangría de goles en contra con la que se encontró al aterrizar. Cabe la duda de si este cambio viene motivado por la delicada situación y las características de la plantilla, o bien si es debido a que el preparador andaluz ha aprendido de sus errores y ha cambiado su manera de entender el fútbol. Lo que está claro es que este Paco Jémez poco se parece al entrenador valiente y en ocasiones, alocado, de otras etapas de su carrera.
Otro partido más sin ocasiones
Sin duda la parte más afectada de esta supuesta evolución de Paco Jémez es el flanco de ataque. Por enésimo encuentro consecutivo, los insulares han sido incapaces de generar claras ocasiones de peligro. A los canarios les cuesta un mundo llegar a la portería rival y denotan una preocupante falta de ideas en los metros finales. El primer remate a portería en el encuentro de hoy fue un cabezazo blando de Calleri en el minuto 68, y la oportunidad más clara fue un mal despeje de Cuéllar que rebotó en un defensa rival y se fue rozando el palo. Además, la UD tan sólo ha conseguido dos tantos en los últimos cinco encuentros. Jémez tiene trabajo en la parcela ofensiva si quiere conseguir el objetivo de la permanencia.
24 de febrero, San Leandro
Sin lugar a dudas, el principal artífice del empate de hoy ha sido el guardameta, Leandro Chichizola. El portero argentino realizó dos intervenciones de mérito en la segunda mitad que a la postre fueron decisivas. La primera de ellas fue un mano a mano con El Zhar en el que aguantó de maravilla y sacó una mano prodigiosa. La segunda fue aún mejor que la anterior. Guerrero remató con la puntera un centro perfecto de Rico y Chichizola realizó un paradón a bocajarro cuando ya se cantaba gol en Butarque.
Después de un inicio de temporada un tanto dubitativo, combinando buenas y malas actuaciones y llegando a ser relegado a la suplencia, parece haberse afianzado en la titularidad y cada encuentro que pasa demuestra más seguridad y confianza en sus intervenciones.
Aprender a vivir sin Viera
Imagen: Beijing Guoan
Este encuentro podía definirse como el "partido I dV" (después de Viera). Este lunes se oficializó su marcha al Beijing Guoan y una de las atracciones de este duelo era averiguar cómo se las iba a ingeniar Jémez para sustituirle. Finalmente, el técnico cordobés apostó por dar entrada a Tana en su posición y a Halilovic algo más tirado a la banda derecha. El resultado no fue para nada satisfactorio. Ambos estuvieron grises y apenas consiguieron entrar en juego. El conservador planteamiento tampoco ayudó a que lograsen sentirse cómodos en el juego.
El "21" era pieza fundamental en el equipo y, a pesar de que su último mes y medio no fuese brillante, no cabe duda de que su ausencia tardará tiempo en ser cubierta. Jémez ya ha dicho que confía en lo que tiene y por ello, no quiere más incorporaciones. Es necesario que futbolistas como Tana o Halilovic den un paso adelante y se erijan como los sucesores de "Romario". Este proceso lleva su tiempo y su resultado es una incógnita, pero está claro que la UD necesita adaptarse a vivir sin Viera, a la mayor brevedad posible, si quiere tener opciones de conseguir la permanencia