Golpe económico para el Valencia Club de Fútbol tras la negativa recibida desde Bruselas. Esta semana se ha recibido un comunicado en el IVF (Instituto Valenciano de Finanzas) procedende de la Unión Europea, expresando la negativa ante las alegaciones manifestadas por el club valencianista para no pagar en noviembre la cantidad de 23,3 millones de euros tras la multa impuesta en agosto por el aval que el IVF concedió a la Fundación Valencia CF y que permitió a ésta adquirir la mayoría accionarial, haciendo posible más tarde una ampliación de capital, allá por el año 2009, bajo el mandato de Manuel Llorente. El club tiene en la recámara 31,5 millones de euros para efectuar un inminente pago de la multa a las arcas públicas europeas, sin quitarle el ojo a otra multa proveniente de la Agencia Tributaria española debido a irregularidades económicas detectadas también bajo el mandato de Manuel Llorente.
La administración valencianista, en conjunto con el IVF, trabaja para recurrir a esa decisión. El objetivo claro marcado es el de no abonar dicha cantidad en el próximo mes, sino cuando se conozca el resultado de su recurso, siendo éste favorable o no para el club, y la sentencia. No quieren desembolsar algo más de 23 millones de euros en efectivo en un período tan corto, ofreciendo otras garantías de pago. El club podría dejar como aval el pago de futuros derechos de explotación del estadio o de una futura venta de algún jugador.
La Comisión Europea sólo ha dado dos opciones a la entidad de la ciudad del Turia: puede abonar los 23,3 millones al contado o bloquear esa cantidad en una cuenta bancaria mientras se resuelven los recursos que puedan ser presentados por la mercantil del club. Con un déficit de 31 millones de euros tras no entrar en competiciones europeas la pasada temporada, Cesare Prandelli tendrá menos posibilidades de reforzar el equipo a su gusto durante el mercado de invierno. Los 20,3 millones de euros fijos y 2,9 millones en intereses trastocan los planes financieros del Valencia CF.