Descenso. Esa es la realidad de hoy para el Valencia CF. Con 6 puntos en lo que va de Liga, el conjunto che ocupa la decimoctava posición en la clasificación. Pese a ser un puesto anecdótico, a ningún equipo le gusta estar nunca en ese lugar, y menos a uno de la entidad del Valencia Club de Fútbol. El club de la capital del Turia se enfrentará a un Sporting con ansia de ganar, pues los del Pitu Abelardo tan solo han sumado un punto más que su rival, 7. Sin embargo, el Molinón, como siempre, será una olla a presión que animará a su gente para tratar que los tres puntos se queden en su feudo.

Es por ello por lo que el encuentro frente al Sporting de Gijón estará marcado por dos factores: el primero, el debut del italiano Césare Prandelli. El ya entrenador del Valencia ha tenido dos semanas para conocer al equipo y prepararlo, al menos, para ganar en el campo asturiano. Los escasos conceptos que haya podido introducir el técnico deberán verse reflejados sobre el terreno de juego para así dar, por lo menos, un alivio de esperanza a los valencianistas, que no soportan ver al equipo de sus amores en semejante situación.

El segundo factor importante es, como ya ha sido mencionado, la necesidad de ganar. Dos victorias en lo que va de Liga son muy pocas para un equipo como el Valencia, que, aunque no tiene equipo para ganar la Champions, si lo tiene para vencer a rivales como Betis o Eibar, o por lo menos para no llevar 6 puntos de 21.

Con gol en el último minuto, con gol en fuera de juego, jugando mal pero ganando, lo que sea, pero el equipo visitante debe salir de El Molinón con los tres puntos. Y aunque quizás eso sea mucho pedir para un equipo que lleva seis entrenadores en prácticamente 2 años, como ya dijo Ortega y Gasset “yo soy yo y mis circunstancias”. En este caso las circunstancias requieren la victoria por muy complicado que pueda ser tras las últimas semanas vividas en el club de Mestalla.