El Comité de Competición de la RFEF ha dado a conocer la sanción impuesta al Valencia después de lo acontecido en el encuentro ante el Barcelona. La multa para el club che es de 1500€ y el apercibimiento de cierre de Mestalla en caso de repetirse incidentes similares. La falta se entiende como una infracción leve, por el hecho de que el estadio valencianista no estaba apercibido.

Además, dicho Comité reprueba el “comportamiento poco ejemplar” de algunos jugadores del Barcelona, y considera que ese tipo de actos les “ridiculiza y descalifica por sí solos”. Sin embargo, para los culés no dictaminan ningún tipo de sanción.

A pesar de la sanción, el Comité pone al Valencia como ejemplo, al exponer en su comunicado que el club che había adoptado “una serie de medidas preventivas en materia de seguridad”. Asimismo, alaba la celeridad con la que la entidad valencianista ha identificado al lanzador de la botella que impactó en un jugador rival.

Al respecto, Lay Hoon Chan se ha mostrado “satisfecha” con la resolución, al entender que el Comité ha valorado el esfuerzo del club por “eliminar cualquier comportamiento violento y localizar con rapidez al autor del lanzamiento de la botella”. Además, la presidenta del Valencia ha defendido que el comportamiento de “la práctica totalidad” de los aficionados de Mestalla fue “no solo correcto, sino apasionadamente positivo para nuestro equipo”.

Por el contrario, el Barcelona considera “totalmente reprobable y abusivo” el comentario del Comité de Competición. En su comunicado, el club blaugrana afirma que el Comité convierte “en culpables a las víctimas de un comportamiento claramente condenable”. Además, para el club culé, el Comité obvia un “clima hostil y en algunos casos violento”, que acaba con una agresión hacia jugadores blaugranas. Por todo esto, el Barcelona entiende -según su comunicado- que el Comité debería haber evitado las valoraciones, que consideran “injustas” e “incompatibles con los principios que deben regir la actuación de este órgano”.