En uno de los peores momentos de la temporada, con el conjunto de Prandelli situado en decimosexta posición y a tan solo dos puntos de los puestos de descenso, el equipo che tiene que rendirle visita al Sevilla FC en el feudo hispalense. Antes de comenzar la temporada este encuentro estaba tachado en el calendario valenciano como una salida complicada, en la que lo fundamental era dar una buena imagen y la derrota podría caer en lo previsible. Ahora esa mentalidad no es suficiente.

Tras cumplirse el primer tercio de la campaña, sacar puntos de Sevilla se convierte en algo categórico. De no conseguirlo, el conjunto de la ciudad del Turia podría acabar, si la jornada se diese relativamente mal, inmerso en los puestos de descenso. Un contexto que comenzaría a ser muy complicado de levantar y que dejaría un ambiente muy enrarecido en el conjunto blanquinegro.

Cierto es que la plantilla entrenada por Jorge Sampaoli viene de recibir un mazazo muy importante en la jornada intersemenal de UEFA Champions League. El gol inicial de Pareja dejaba prácticamente clasificados como primeros de grupo a los andaluces, pero minutos más tarde llegaba la remontada bianconcera, lo cual obliga a los de Sevilla a jugarse todo en Lyon. El golpe moral se suma al cansancio físico de tener que jugar dos partidos por semana ante un Valencia que tan solo tiene que preparar un choque cada siete días.

Parejo preparando el choque ante el Sevilla | Foto: Valencia CF
Parejo preparando el choque ante el Sevilla | Foto: Valencia CF

Desde Valencia deben tener muy en cuenta lo bien que se ha acoplado la plantilla del Sevilla al nuevo estilo impuesto por el técnico argentino, lo cual no parecía fácil a principio de temporada. Todos han ayudado. Sarabia y Escudero explotando de forma definitiva, el vallisoletano incluso formando parte de la convocatoria de la selección nacional. Fichajes como Mercado, Mudo Vázquez y Nasri le están minimizando al equipo las carencias que debía lidiar con las bajas. Otro gran trabajo del incansable Monchi.

Todo ello sumado al gran estado de forma de Mariano y Vitolo, la metamorfosis de N’Zonzi, que está apareciendo en todas las facetas de su puesto, y un Sampaoli que siempre sale convencido de lo que puede dar su equipo convierten al Sevilla en un rival muy temido. Y si a eso se le suma el factor casa, donde rara vez pierde puntos la escuadra sevillana, convierte al partido en una quimera para el equipo de Cesare Prandelli.

Pese a que las cosas no le están funcionando al conjunto blanquinegro, no se esperan demasiadas variaciones en el once titular. Quizás por fin le llegue el turno a Munir en la delantera, ante un Rodrigo que sigue negado de cara al gol. Un encuentro complicado que con el hecho de sumar un solo punto puede ser una inyección de moral para una plantilla que necesita recuperar sensaciones, pero que sobre todo requiere volver a sumar, y si es posible, de tres en tres.