Volver a la regularidad es lo que esperan pepineros y ches, pues las malas actuaciones cosechadas ya de manera habitual en el campeonato liguero relegan a ambos conjuntos a una zona muy delicada de la clasificación. El Leganés se sitúa en decimoquinta posición con 13 puntos. Solo un puesto más abajo se encuentra el Valencia, quienes han cosechado dos puntos menos, teniendo así la zona de descenso a menos de un partido de diferencia. Sin duda, una situación muy complicada en la que el encuentro copero puede servir para recuperar las buenas sensaciones.
Entrando en precedentes, tan solo podemos gozar de una estadística, la cual se registró hace poco más de dos meses y precisamente en el mismo lugar. La entidad che se antepuso a los leganenses por dos goles a uno gracias a las dianas de Nani y Mario Suárez, las cuales llegaron tras un primer tanto de Szymanowski, cosechando de esta manera una vital remontada. Sin ella, ahora los blanquinegros se situarían en el farolillo rojo.
Blindar Butarque
La pasada campaña, los madrileños cosecharon la mejor temporada en la historia del club, consiguiendo el ascenso a Primera División y gozando de un privilegio digno de un equipo y afición unida: ser el mejor local de todo el campeonato. 43 puntos de 63 posibles no es un dato para tomarlo en vano. Sin embargo, a pesar de que los buenos momentos continuaban en el feudo blanquiazul después de salir airoso de visitas complicadas como Atlético y Villarreal, no se pudo hacer más de lo mostrado ante equipos del nivel de Barcelona o Sevilla.
De esta manera, y como ya se obtuvo la semana pasada tras ganar al Osasuna por dos goles a cero, el Club Deportivo Leganés espera volver a dar la talla ante un Valencia en horas bajas. Y bien lo sabe Asier Garitano, quien ha convocado a toda la plantilla habitual sin menospreciar el choque copero. Por ello, a pesar de las reconocidas, numerosas e importantes ausencias de Rober Ibáñez, Jon Ander Serantes, Alexander Szymanowski, Diego Rico, Mamadou Koné y Adrián Marín, los del sur de Madrid acudirán a su estadio con las pilas bien cargadas y confiando en los relevos naturales y de garantías de los que disponen.
El técnico vasco compareció en la rueda de prensa previa y habitual al encuentro restando importancia a las bajas para este martes: "Todos los que estemos en condiciones competiremos en el partido como si de uno más de liga se tratase. Siempre me ha gustado competir e iremos con los que estemos disponibles del primer equipo. No nos había ocurrido nunca y de repente son demasiados contratiempos, ojalá saquemos el partido adelante para dedicárselo a ellos".
De igual manera, el guipuzcoano quiso analizar al rival de manera exhaustiva: "El Valencia tampoco está teniendo buenos resultados, pero es el Valencia, un equipo que necesita hacer una muy buena temporada, que no está con los mejores de la Liga, pero que en la Copa está acostumbrado a llegar a finales. Tiene una buena plantilla, pero cambiaron la forma de jugar en Sevilla y no sabemos lo que nos vamos a encontrar. Tenemos que estar preparados para todo e intentar jugar un partido serio para tener opciones de pasar en Mestalla".
Confirmar la mejoría
Si de algo se quiere presumir en el equipo de la ciudad del Turia, estaríamos hablando del tan mencionado avance conseguido respecto a la hecatombe de la pasada temporada y del inicio de esta misma. La inestabilidad proporcionada y debida al ruedo constante de entrenadores no favoreció en absoluto a los jugadores ches, quienes también se han visto afectados por el mercado de traspasos y, en consecuencia, en la configuración de un nuevo Valencia que no termina de adaptarse y amoldarse al nuevo estilo de juego, ahora impartido por Cesare Prandelli.
Desde la llegada del técnico italiano y limitándonos a simples datos, los valencianistas tan solo ganaron el partido del mismo debut: 1-2 frente al Sporting. Hasta ahí, así de tajante. Pues desde hace más de un mes que en Valencia no se conoce la victoria. La derrota en casa ante Barcelona y el dubitativo empate ante el Granada continúan con la dinámica de resultados mostrada fuera de Mestalla, ya en que las expediciones a Coruña, Vigo y Sevilla únicamente se rascó un punto de nueve posibles. La consecuencia es clara y directa: el descenso acecha y nunca es agradable tentar a los límites.
Toda la entidad che está de acuerdo y concienciada en la necesidad de un cambio. Y ese pasa por recuperar la tan ansiada sonrisa de la afición valencianista. La Copa siempre es y parece que será, la cura ante la enfermedad liguera. De acuerdo con ello, Prandelli va con absolutamente todo el arsenal cargado a Leganés, donde exclusivamente Enzo Pérez no viaja debido a problemas musculares. Mario Suárez es el único futbolista que realiza la expedición con molestias, siendo más precisos, en sus rodillas. Con Carlos Soler como singular novedad en el XI, Nani y Munir apuntan a ser la dupla ofensiva que tratará de castigar la portería defendida por Brignoli.
Muy posiblemente, Cesare desee repetir la misma disposición técnica que en Nervión: 5 defensas. Lo cual proporciona flexibilidad en las bandas y solidez en la zaga, como bien se pudo comprobar en el Pizjuán, donde un Valencia cómodo y bien plantado supo poner en apuros a los pupilos de Sampaoli.
Frente a los micrófonos, el entrenador mediterráneo apeló al entusiasmo y equilibrio de los suyos: "Debemos dar continuidad a la imagen de Sevilla, hicimos un gran partido. Todos juntos podemos salir de esta situación. Delante tenemos a un Leganés muy interesante tácticamente, con cuatro jugadores clave que pueden crearnos muchos problemas".
Sin olvidarse nunca de un pilar como es la incansable afición che, el italiano mandó un emotivo mensaje: "La Copa es muy importante para el aficionado, para el club, para nosotros. En definitiva, para todos. Muy significativa porque tenemos la necesidad de mejorar siempre, partido a partido, y la Copa del Rey es una ocasión extraordinaria que recuerda momentos maravillosos de la historia del club y que te puede llevar a la puerta de Europa".
Posibles onces
