Víctor Sánchez del Amo le ha cambiado la cara al Real Betis. Pese a que sus números no son excepcionales ha conseguido devolverle la confianza a un jugador como Dani Ceballos –que se ha hecho con las riendas del centro del campo verdiblanco– recupere su mejor nivel y continúe en línea ascendente su progresión. En los 11 encuentros que ha dirigido Víctor, el Betis ha conseguido 4 victorias, 3 empates y 4 derrotas. Y ahí, en las derrotas, aparece la asignatura pendiente de los béticos: ganar fuera de casa, donde los jugadores verdiblancos bajan mucho su rendimiento. Todos los encuentros que ha perdido el Betis con Víctor al frente han sido lejos del Benito Villamarín.

Pero si algo caracteriza a Víctor Sánchez del Amo como entrenador es su capacidad para leer y entender los partidos, como demostró ante el Leganés, donde tras un cambio de sistema en su equipo consiguió que los verdiblancos sacaran bien el balón desde atrás y llegaran con facilidad a campo contrario, donde los de Víctor combinaron y consiguieron numerosas ocasiones de gol. El empate conseguido ante el Barcelona también es otro encuentro que define la filosofía de Víctor. En este, los verdiblancos mostraron iniciativa en el juego y presionaron en campo contrario, algo que puso contra las cuerdas a los culés.

Como jugador

En cuanto a la trayectoria de Víctor, comenzó su carrera como jugador, pasando por el Real Madrid, Racing de Santander y Deportivo de la Coruña. Después de pasar seis años con los blanquiazules, el madrileño dejó España para fichar por el Panathinaikos, pero en el equipo heleno jugó únicamente 12 encuentros, por lo que regresó a la liga española, recalando en el Elche, que se encontraba en Segunda División. Sin embargo, Víctor no pudo jugar con regularidad en el conjunto ilicitano a causa de las múltiples lesiones musculares, por lo que puso fin a su carrera como jugador.

Como entrenador

Tras formarse como técnico, Víctor comenzó su carrera en los banquillos en el Getafe como asistente de Michel, con quien compartió vestuario una temporada en el Real Madrid. El madrileño siguió como segundo entrenador de Michel en el Sevilla y posteriormente en el Olympiakos, equipo en el que consiguieron dos Ligas y una Copa de Grecia.

Su debut como primer entrenador lo realizó en el Deportivo de la Coruña, conjunto al que dirigió tras la destitución de Víctor Fernández. Cumplió el objetivo del Depor al conseguir la salvación y la primera vuelta de la campaña 15/16 fue tan buena que los blanquiazules alcanzaron puestos europeos. Sin embargo, la segunda parte de la temporada los gallegos se desinflaron y consiguieron la permanencia la última jornada de La Liga. Pese a tener un año más de contrato, Víctor fue destituido por los malos resultados y la mala relación con algunos jugadores como Luisinho.

En verano de 2016, el técnico madrileño volvió a Grecia para dirigir al Olympiakos. Sin embargo, la eliminación en la ronda previa de la Champions League provocó una destitución prematura. En noviembre, Víctor se convirtió en el nuevo técnico del Betis tras la destitución del uruguayo Gustavo Poyet.