El Valencia CF saldó con muy buena nota el primero de los tres exámenes que se le presentaban para esta semana. Ante el Athletic Club, los de Voro cuajaron un gran partido, especialmente en la primera mitad, en la que anotaron los dos goles que les darían la victoria pasados los noventa minutos.

Además de los tres puntos correspondientes por el triunfo, el valor de este va más allá por dos motivos. Por una parte, por los resultados cosechados por los rivales directos en la misma jornada, y por otra, por la inyección de moral que supone volver a vencer de cara a los dos encuentros restantes esta semana.

Aunque la jornada empezaba con la victoria del Granada el pasado viernes, que recortaba la distancia con el conjunto che a únicamente cuatro puntos y ponía todavía más presión a los de Voro, los siguientes encuentros beneficiaron a los blanquinegros. El primero en caer derrotado fue el Sporting de Gijón, que disputó su encuentro el día anterior al del Valencia CF. A este le siguió el Deportivo de La Coruña, perseguidor de los valencianistas desde hace varias jornadas, que cayó por la mínima en casa ante el Alavés. Posteriormente a la victoria de los Ches, el colista Osasuna caía derrotado por 0-3 en Balaídos, y el Leganés veía como la posibilidad de puntuar en el Camp Nou se desvanecía en el último minuto.

En lo personal, la victoria ante el conjunto de Ernesto Valverde supone también una inyección de moral para los jugadores valencianistas. Y no sólo por el hecho de vencer, sino también por el de dominar el encuentro, mantener la portería a cero y reconciliarse con la afición. Tres factores que suponen un plus importante de cara a los dos próximos encuentros. El primero tendrá lugar de nuevo en Mestalla, ante el Real Madrid, mientras que el segundo será en Mendizorroza ante el Alavés.