En Valencia se vivió una de esas grandes noches, de las que se disfrutan con logradas victorias. El pasado miércoles se vio un equipo que plantó cara ante el líder de La Liga, el Real Madrid. Zidane llegaba a Valencia a disputar el partido aplazado con la intención de no dejar escapar 3 puntos que darían un buen tirón a la cuerda de La Liga, y dejaría con escasas opciones a Barcelona y Sevilla. 

El conjunto de Voro mostró su mejor versión de la temporada ante el equipo con más regularidad de la presente, y así lo dice la clasificación, situándolos líderes. Mestalla vibró con el golazo de Simone Zaza, al que ya esperan para sumar en Mendizorroza, donde el Valencia no pierde desde hace 62 años. Además, acompañando al ariete italiano, Orellana consumó su buen rendimiento consiguiendo el 2-0, en el minuto 9 de la primera parte y tras un inicio trepidante.

En fútbol, la actitud lo es todo. Y así lo han mostrado, 'obligando' a Voro a cambiar su discurso tras el partido, cambiando el objetivo de salvarse a mirar para arriba. Tras los 6 puntos vitales ganados frente al Athletic y Real Madrid, el Valencia se sitúa, en estos momentos, con 26. Es decir, a 10 del descenso y a 9 de la clasificación para la previa de Europa League.

Sin embargo, aún es pronto para hablar de este objetivo tan alto, aunque la única manera de salir de esa zona peligrosa es sumar de 3 en 3 como lo han hecho en el Turia. De confirmarse la nueva situación deportiva del Valencia, y tras ir sumando en las siguientes jornadas, se podría aspirar a más que la salvación, sobre todo por el plus que aportaría en lo deportivo y económico un pasaporte europeo, sobre todo tras una temporada sin salir de territorio nacional. Pero, por encima de todo, prima el presente y la realidad es que parece que el equipo juega cuando le apetece.