Lo intentó el Valencia, pero acabó por ser misión imposible. El saber hacer del FC Barcelona fue demasiado para los hombres de Voro, que cayeron derrotados en el Camp Nou. El encuentro estuvo marcado por el momento en que Mangala fue expulsado, pues el Barcelona pudo ser más que superior gracias a la superioridad numérica. Fue un día de reencuentros, donde la ley del ex y los errores defensivos imperaron, pues tanto Munir como André Gomes vieron puerta; y los dos primeros goles del Barcelona y el segundo del Valencia fueron posibles gracias a errores de los defensores del conjunto rival.

Un arranque de nervioso tanteo

Empezaron las hostilidades entre sendos combinados con unos minutos de relativo tanteo. Fueron estos bastante nerviosos, con mucho balón largo por parte del Valencia, que buscó generar peligro de las botas de Munir y Soler. Mientras tanto, tampoco estuvo corto un Barcelona que se bastaba con las genialidades del tridente ofensivo y Andrés Iniesta, que compensaban la falta de acierto de un errático Busquets que nunca llegó a sentirse cómodo en el duelo.

Llegarían las primeras ocasiones serias del duelo pasado el cuarto de hora disputado. La primera la tuvieron los locales, en una confusa jugada con varios rebotes en la que tanto Rafinha como Messi perfectamente podrían haber anotado. Replicó Soler con un espectacular latigazo desde la frontal, que obligó a Marc André Ter Stegen a volar para evitar que se abriera el marcador.

Llega la locura fallera al Camp Nou

Y al igual que las Fallas son pura fiesta, llegó más adelante un tramo del encuentro que fue un auténtico descontrol. En quince minutos, llegarían cuatro goles, dos para cada combinado. Abriría el marcador el equipo de Voro en un saque de esquina forzado por Munir, que erró un mano a mano tras una gran galopada. Mangala se hizo espacio en el área y remató sin oposición para batir al guardameta germano.

Encendería este tanto las alarmas en el Camp Nou, e inmediatamente se lanzó al ataque el Barcelona. Necesitó cinco minutos para golpear, de una manera genial. En un saque de banda, Neymar vio con espacio a Suárez y le envió el balón a la espalda de la defensa. No hay fuera de juego en un saque lateral, y consicente de ello, Luis Suárez tomó el esférico, y con infinita sutileza, posó el balón en el fondo de la red. La culpa del tanto se podría atribuir a Garay, por una mala marca y peor reacción al pase entre líneas. El uruguayo acabó siendo el principal artícife de la victoria culé, con un espectacular desempeño en ataque.

Y las cosas se pondrían peor aún en un par de minutos. Pues Mangala recibió una tarjeta amarilla por una dura entrada a Messi. Y al par de minutos de ésta, cometió un penalti, al agarrar a Luis Suárez. Un penalti que tuvo que cometer por nuevamente, un error de marca, pues no tuvo dificultades el Barcelona para llegar hasta la cocina con un pase al hueco. El central ché fue expulsado, y Messi se encargó de ejecutar la pena máxima para convertir el tanto de la remontada. No obstante, la alegría fue efímera, pues el Barcelona cometió un inexplicable error global. Los once jugadores se durmieron, y en solo dos pases, Munir se plantó solo ante el guardameta local y lo batió con un tiro cruzado y raso. Se establecía así el empate con el que se llegó al descanso.

Hegemonía barcelonista en la segunda mitad

Y ya en superioridad numérica, justamente hay que añadir, el Barcelona pudo dedicarse a hacer su fútbol y a atacar. No obstante, el Valencia estuvo algo activo y de no ser por estar extremadamente fallón Munir, podría haber hecho mucho daño a los culés. No necesitó demasiado tiempo para adelantarse otra vez en el marcador el Barcelona. En la segunda jugada de un saque de esquina, Mascherano habilitó a Messi, que se metió en el área y batió a Diego por el palo corto con un potente derechazo.

Seguiría tras ello el dominio del Barcelona, simplemente roto ocasionalmente por alguna galopada de Munir, que trató de generar peligro, pero lo máximo que logró fue otro mano a mano donde tampoco acertó. Así pues, el partido avanzaría hasta convertirse en un acoso constante de los culés. Llegaría un emotivo momento cuando Sergi Roberto saltó al campo de juego, para recibir el cariño de la grada tras ser el héroe de la histórica remontada ante el PSG la pasada semana. Recibió una abrumadora ovación. Además, André Gomes se reencontraría con sus excompañeros cuando saltó al terreno de juego. Y de hecho, se encargó de que la ley del ex se cumpliera por partida doble cuando envió al fondo de la red un centro raso de Neymar, cerrando así el marcador.