No es ninguna sorpresa para ningún aficionado al fútbol decir que el Valencia C.F. no pasa por su mejor momento a nivel deportivo. Si algo está marcando la actual temporada es la irregularidad, inestabilidad y fragilidad institucional en el que está instaurado el club. A saber: jugadores llamados a ser importantes forzando su salida del equipo, destitución de Ayestarán en la cuarta jornada, dimisión de Prandelli, dimisión de García Pitarch y un sinfín de desentendidos entre la propiedad y la afición.
A todo esto, debemos de sumar una sensación de conformismo y poca exigencia que desprende el club. Es curioso, por llamarlo de alguna manera, como el mensaje que se transmite partido tras partido es de que por lo menos el equipo ha competido pero ha sido una lástima y que se ha merecido más. Hoy en día parece que con no recibir 7 goles del F.C. Barcelona en el Camp nou estamos satisfechos.
Así pues, este mensaje conformista cala en la plantilla, y aunque la salvación no está confirmada matemáticamente (cuando el objetivo inicial era volver a la Champions League) parece que desde que se ha echado tierra de por medio con los puestos de descenso en el equipo ha bajado en el nivel de intensidad y ambición mostrado en partidos como el de Villarreal, Athletic o Real Madrid.
Muy lejos se ubican en el tiempo plantillas valencianistas más serias y exigentes con ellas mismas en comparación con la actual y eso también se nota en la influencia del Valencia en las convocatorias internacionales. En la actualidad, seis han sido los convocados con sus selecciones: Enzo Pérez, Fabián Orellana, João Cancelo, Aymen Abdennour y Jóse Luis Gayà.
De los nombrados, los dos primeros que son titulares en el Valencia, no jugaron en un partido en el que ambas selecciones se jugaban una plaza para evitar la temida Repesca (en su lugar, sí lo hicieron tres ex-valencianistas: Otamendi, Banega y Edu Vargas) y Gayà salió de inició, pero con la sub 21.
Esto contrasta mucho en comparación con tiempos mejores cuando el Valencia fomentaba la base de la mejor selección española de todos los tiempos con hasta 4 jugadores en la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010 (Villa, Silva, Marchena y Albiol en la primera; Villa, Silva, Marchena y Mata en la segunda).
Por todo esto, uno de los puntos clave que deberá afrontar la Secretaría Técnica será el de volver a elevar el nivel de exigencia al vestuario che, ya que entre otros factores, cuando se ha ganado títulos y realizado temporadas importantes ha sido cuando el juego del equipo se ha basado en el trabajo duro, intensidad, esfuerzo colectivo y una ambición sin límites.
Tal vez, dirigirse hacia un proyecto “low cost”, como apunta el entorno del club no es mala noticia, siempre y cuando se conforme una plantilla sólida, con valores consistentes y sobretodo, se acierte con la apuesta del entrenador.