El 5 de mayo de 2002, el Valencia CF entrenado y liderado por Rafa Benítez, conquistaría el campeonato de Liga 31 largos años después. VAVEL recuerda éste partido que se convertiría en historia valencianista, relanzando de nuevo al club a la senda ganadora. Historia moderna, que sirvió para sacarse la espina de las dolorosas derrotas perdidas en París primero ante Real Madrid, y ante el Bayern de Múnich en San Siro. 

Ambas derrotas fueron dolorosas, sin embargo, la segunda ante el club bávaro fue la más dolorosa, porque al no llegar como conjunto nobel, cayeron vencidos en lo penaltis con toda la mala suerte del mundo a su lado.

 

El renacer valencianista

La Liga 2001/02 fue el renacer valencianista, reponiéndose de los golpes más duros de los últimos tiempos -sin tener en cuenta el descenso en la década de los 80's-. El conjunto, plagado de jugadores de talla mundial, de jugadores trabajadores, y de magos del balón, conquistó la Liga 31 años más tarde. La 4ª Liga se conquistó, precisamente tal día como hoy, hace 46 años, un 18 de abril de 1971, en un agonizante choque en el antiguo Sarrià. 

El club que entrenaba un inexperto Benítez realizó una campaña soberbia, conquistando el trofeo liguero con 72 puntos. E inundó Valencia, el club del Turia hizo desbordar de valencianismo  la ciudad.

El partido tuvo de todo, pero el club valencianista, arropado por millares de aficionados desplazados, salió a la conquista del ansiado trofeo. Le bastaron dos goles en la primera parte de Roberto Fabián Ayala y Fabio Aurelio para desatar la furia que trató de calmar el propio 'ratón'.

Fuente: Agencia EFE
Fuente: Agencia EFE

Nunca más se ha visto un defensa de tan recortada altura, tanto bravo y tozudo, y con un salto tan impresionante. Nunca más se ha visto lo de Ayala, quien se alzó al cielo de La Rosaleda y cabeceó el primer gol valencianista. Poco después, Aimar y Fabio Aurelio fabricarían el gol que acarició la Liga definitivamente, un gol con la anécdota de que tardó bastante en subir al marcador ante las dudas del linier por culpa de un inexistente fuera de juego.