Tras dos partidos para olvidar frente al Málaga y la Real Sociedad, los jugadores del Valencia volvieron a demostrar que cuando quieren, pueden jugar de tú a tú y poner en aprietos a cualquier rival. Sin embargo, la comodidad de la plantilla blanquinegra, que solo ha dado la cara cuando veía peligrar la continuidad en primera división y en los grandes escenarios, han impedido que los de Voro estén más arriba en la clasificación.

La mala puntería condena a los ches

Empezó fuerte el Valencia, la tónica de esta temporada cuando se trata de un gran escenario. Los ches metieron el miedo en el cuerpo a la parroquia merengue en el primer minuto de partido. Un mal despeje de Ramos tras un saque largo de Alves, permitió a Santi Mina rematar en dos ocasiones. Sin embargo, Keylor Navas primero tras un remate desde el suelo y el palo después cuando el gallego estaba ya muy escorado, impidieron que el joven delantero inaugurara el marcador y pusiera por delante a los valencianistas.

En los primeros minutos los dos equipos alternaron la posesión del balón, aunque no disfrutaban de ocasiones claras de gol y lo máximo que proponían eran centros que en la mayoría de ocasiones, no encontraban rematador.

El guión continuó igual y la siguiente ocasión clara también fue para los ches. Orellana, con un buen desmarque y rozando el fuera de juego, no supo decidir bien y su disparo se fue muy desviado. Sin embargo, Benzema respondió de inmediato con un tiro desde la frontal del área, que fue demasiado centrado y sin problemas para Alves.

Aunque no se transformaron en ocasiones de gol, fueron varias las pérdidas de balón de la defensa blanquinegra. De hecho, tras una pérdida de Soler y posterior falta de Parejo, Ronaldo tuvo la primera falta franca de la tarde, que se marchó desviada por muy poco. La segunda ocasión a balón parado fue para James que, desde el costado derecho, buscó el palo largo cuando todo el mundo esperaba el centro, aunque el balón se perdió por línea de fondo.

Superado el minuto 25 llegó el primer tanto de la tarde. Carvajal recibió en el costado derecho y nadie le encimó. Nani y Lato recularon, y el canterano madridista tuvo todo el tiempo del mundo para poner un centro medido. Cristiano se adelantó a un Garay que no marcaba a nadie, y propinó un cabezazo cruzado ante el que Alves no pudo reaccionar.

A raíz del gol, el Madrid empezó a controlar el esférico a través de sus directores de orquesta habituales, Kross y Modric, a los que se les sumó un participativo James. Mientras tanto, al conjunto che le costaba cada vez más mantener el balón y proponer algo con él, por lo que centraron sus esfuerzos en robar en campo contrario y salir con velocidad, característica de todos sus hombres de ataque, mandando balones a la espalda de la defensa blanca. Esto inquietaba a la afición merengue, que veía que su equipo debía proponer algo más para aportar tranquilidad. Sin embargo, la mala toma de decisiones de los blanquinegros impidieron que estas contras inquietaran a los merengues.

Al filo del descanso, el equipo de Voro tuvo la última ocasión de la primera mitad. Una buena acción combinativa de Soler y Mina, permitió que Munir pudiera rematar desde la frontal del área, aunque su disparo se marchó desviado.

Alves y Parejo dieron alas al Valencia

Las imprecisiones de los ches fueron la tónica en el inicio de la segunda mitad. A los de Voro no se les veía cómodos en el terreno de juego, lo que se transformaba en malos controles, pases sin potencia y decisiones erróneas. Aunque el Valencia seguía vivo en el encuentro y los blancos no se fiaban de un equipo que había empatado en cuatro de las últimas cinco visitas al feudo madridista.

Por eso el Madrid se puso manos a la obra. Benzema, con un buen recorte a Garay, hizo vibrar el palo tras su disparo. Tras el rechace, cazado por los merengues, Modric protegió el balón dentro del área y Parejo picó. Ese penalti a favor hizo que el Madrid, viera que podía alcanzar esa tranquilidad añorada. Sin embargo, frente a Cristiano estaba Diego Alves, el mejor parapenaltis de la historia de la Liga. Así, el guardameta continuó agrandando su leyenda al detener un disparo seco y raso de Ronaldo, dirigido al palo derecho.

El penalti fallado no detuvo al Madrid, que continuó gozando de ocasiones de gol, mientras que el Valencia seguía impreciso en todas las acciones y no se aproximaba a la meta de Navas. De hecho, la primera ocasión de la segunda mitad a favor de los blanquinegros no llegó hasta la entrada al campo de Rodrigo que, con un gran desmarque, se fajó de Nacho y  cabeceó desviado. Con el hispano-brasileño en el verde, los de Voro comenzaron a tener más el control del balón. Parejo, desaparecido y desacertado durante todo el encuentro, ganó protagonismo en un equipo, el che, que parecía creer en sus posibilidades para empatar.

Sin embargo, las pérdidas de balón daban oxígeno al Madrid, que buscaba anotar en una de sus especialidades, los contragolpes. Una de ellas llevó a una ocasión clara de Ronaldo, cuyo remate con el pecho se marchó alto, y que terminó con un tremendo golpe contra el palo del propio Cristiano y de Lato, que pudieron recuperarse sin problemas.

Sin embargo, la escasa distancia en el resultado hacía dudar al Madrid. Una falta de Casemiro a Orellana, que pudo suponer la segunda tarjeta para el brasileño, en la frontal del área fue el precedente del empate valencianista. Parejo se sacó de la chistera un disparo perfecto, que superó la barrera y se coló por la escuadra. Navas llegó a tocar el esférico, pero no pudo hacer nada por evitar el gol che.

Parejo saca una falta | Fuente: valenciacf.com
Parejo saca una falta | Fuente: valenciacf.com

El Madrid, que veía como se le complicaba la Liga, despertó de su letargo y fue a buscar el gol de la victoria con ahínco. Tuvo que ser Marcelo quien, minutos después del empate che, marcara las diferencias. Tras una gran jugada de Morata por la derecha, el balón le cayó al lateral en el pico contrario del área. Tras un recorte seco con el que dejó atrás a Montoya y a Munir, el brasileño se sacó de la manga un derechazo que volvió a dar ventaja a los merengues y los acerca a la Liga.

No tuvo tiempo de reaccionar el conjunto che, que vio cómo se le escapaba un punto en los últimos instantes del encuentro. Así, el Valencia acusó la falta de puntería en la primera mitad y los numerosos errores en una segunda parte en la que, hasta que no quedaban veinte minutos de partido, no creyó en sus posibilidades de empatar.