Marcelino García Toral será entrenador del Valencia CF para las próximas dos temporadas. El club lo ha hecho oficial con un comunicado que ata al técnico asturiano a los banquillos de Mestalla al menos para las temporadas 2017/2018 y 2018/2019.

La presentación no será hasta que termine la presente temporada y Voro deje su cargo. El entrenador habría dado el "sí" al Valencia esta semana, y finalmente han llegado a un acuerdo para incorporarse al club.

Marcelino ya sonó para el banquillo del Valencia a mitad de temporada, antes de que viniera Cesare Prandelli, pero por problemas administrativos el asturiano no pudo recalar en Mestalla, ya que había entrenado al Villarreal a principios de temporada.

Pero García Toral no ha sido siempre el favorito de la directiva valencianista, pues hace unas semanas todo apuntaba que sería Quique Setién, actual entrenador de Las Palmas, el que sustituiría a Voro en el banquillo che. Nombres como Berizzo o Javi Gracia también habían sonado con fuerza para ocupar el banquillo del Valencia.

El nuevo entrenador de los valencianistas ha accedido con la condición de tener en su mano la confección de la nueva plantilla, cosa que convence a la directiva y sobretodo a la afición.

La trayectoria de Marcelino García Toral ha estado rodeada de éxitos. Su primer gran logro fue el ascenso a Primera División con el Recreativo de Huelva, y posteriormente mantenerlo en la máxima categoría. De Andalucía pasó al Racing de Santander, equipo que clasificaría para la Europa League y las semifinales de la Copa del Rey por primera vez en la historia del club.

De allí se fue al Zaragoza, equipo que también subió a Primera. En 2011 y tras un año sin equipo, volvió al Racing, y lo consiguió salvar del descenso. Debido a discrepancias con la directiva, hizo las maletas y se fue al Sevilla, aunque fue destituido por malos resultados.

Finalmente recaló en el Villarreal, equipo que subió a Primera División tras su descenso y que clasificó para unas semifinales de la Europa League. A pesar de esto, se fue por la puerta de atrás.

Marcelino llega a Valencia con las pilas cargadas y con la obligación de devolver al club a las posiciones europeas.