Como cada año, se cerraba otra temporada en Valencia y a la parroquia valencianista sólo le daban negativas de cara a la nueva temporada. La actuación del máximo dirigente y de la secretaría técnica no fue la esperada, no se anticipó al mercado ni dejaron trabajar desde Meriton Holdings.

Secretaría técnica, máximo dirigente y sospechosos habituales

El primer palo llegó con la renovación del técnico vasco Pako Ayestarán. El desacierto quedó mas que claro en septiembre, cuando llegó la destitución del entrenador. Además, dicha contratación low cost hizo declinar otras opciones de menos riesgo que estaban puestas al gusto de Peter Lim en Singapur.

La actuación en el mercado estival fue pésima, inimaginable tal y como estaba la afición valencianista en esos momentos, deseando una revolución que despertase al gigante dormido tras la anestesia que fue el primer fracaso europeo de la era Lim. Tarde y mal fichó la secretaría, realizando una mala gestión del tiempo. En el mercado de verano llegaron los dos defensas centrales titulares a día 31 de agosto, Mangala firmado por la tarde y Garay pasadas las 11 de la noche. En cuanto al ataque, tras la salida de Alcàcer, el club se vio obligado a negociar por Munir, quien llegó para soportar el peso del '9' goleador valencianista y no ha cumplido las expectativas.

CN10 solución

La campaña de abonos lanzada por el club, quien ni siquiera rebaja los precios del pase, consiguió levantar contra el club a una auténtica revolución popular. La decisión de excluir a los mayores de 30 años de la grada de animación es una espina que a día de hoy sigue clavada, y que parece ver luz al final del túnel. 

Parece que durante este verano el club y la grada acercarán posturas para volver a dar alegría y animación urgente a Mestalla. Por su parte, la afición reiterado su condición de indispensable durante esta temporada, apoyando al filial valencianista y al equipo femenino, y realizando un excelente trabajo siempre que les han necesitado en una campaña muy importante para ambos.