El partido del domingo frente al Bournemouth fue, probablemente, la prueba más compleja de lo que el Valencia lleva de pretemporada. El conjunto cherry, que terminó la pasada Premier League noveno y sin pasar apuros, llegaba al encuentro más rodado que los che debido a que la liga inglesa da comienzo la segunda semana de agosto. Sin embargo, los pupilos de Marcelino estuvieron bien plantados en el terreno de juego en todo momento, sin conceder ninguna ocasión clara de gol a los del sur de Inglaterra.

Con la llegada del nuevo cuerpo técnico, los jugadores se han aplicado en la faceta defensiva y, aunque todavía están asimilando los conceptos, ya acumulan un mayor número de futbolistas atrás, por lo que es más sencillo recuperar el balón.

Pese a estar todavía en pretemporada, un dato esclarecedor del cambio de mentalidad defensiva que ha sufrido el equipo es que la portería se ha mantenido a cero en cuatro de cinco partidos con Marcelino en el banquillo, mientras que la pasada campaña esto solo se consiguió en ocho ocasiones, todas ellas con Voro a los mandos. Aunque los che se hayan enfrentado en esta preparación a rivales de poca entidad, la pasada pretemporada el equipo entonces dirigido por Ayestarán no logró vencer en ninguno de los encuentros, así como tampoco dejó la portería a cero.

Esta seguridad defensiva se está dando en un equipo en el que la zona de la defensa es donde, teóricamente, más cambios se van a producir hasta que termine el mercado de fichajes. La necesidad de incorporar a dos centrales y un medio centro defensivo se ha demostrado en esta pretemporada, en la que el jugador del filial Javi Jiménez ha demostrado más nivel, a pesar de la falta evidente de experiencia, que Abdennour y Vezo. De hecho, Garay es el único central, junto con el defensa del Aldaia, con el que cuenta Marcelino, mientras que al tunecino y al portugués se les busca destino.