La llegada del binomio Mateu-Marcelino ha aportado, hasta el momento de tanta estabilidad y normalidad con su proyecto, que uno de los aspectos más candentes de la temporada pasada es valorado de forma muy positiva en la actualidad.

Después de destruir la estructura deportiva implantada por Rufete y darle plenos poderes a Nuno Espirito Santo y Jorge Mendes, lo reconozca o no el club, llegaron dos de los peores años en la historia del club. Por estos motivos, una gran parte de la afición valencianista se hartó de los jugadores representados por el portugués, echándoles en cara la falta de actitud y el pobre rendimiento ofrecido por el equipo.

Tanto fue el descontento general, que cuando sonó Gonçalo Guedes procedente del SL Benfica por una cantidad de 25 millones de euros, muchos fueron los que alzaron la voz en contra de tal contratación, entendiendo que se trataba de un negocio más para aprovecharse de la entidad valencianista. Finalmente, sería el Paris Saint Germain quien acabaría pagando 30 millones de euros en el mercado de invierno para hacerse con los servicios del extremo luso.

Sin embargo, después de tan sólo dos titularidades y sobretodo el partidazo que se marcó en Anoeta, la corriente de pensamiento acerca de Guedes ha cambiado radicalmente y ahora es esa mayoría quien se arrepiente de que sólo se haya conseguido una cesión de un año sin opción de compra.

El número siete valencianista, a quien puede que de manera precipitada se ha empezado a comparar con el mítico e inigualable Claudio Javier “El Piojo” López, sobresalió en el partido contra la Real Sociedad. En tal encuentro, mostró una exhibición de potencia, velocidad y visión de juego exenta de egoísmo que propiciaron dos asistencias que resultaron cruciales en la victoria.

Además, para echarle más leña al fuego del “Guedesismo”, el atacante ha sido convocado con la Selección Absoluta de Portugal, dándole la razón a la decisión de venir al Valencia CF para disputar minutos en el año de se disputará el Mundial de Rusia 2018.

Por tanto, aunque sea muy complicado poder retener al jugador por más temporadas, tocará esperar si las buenas relaciones entre ambos clubes y sus dirigentes y el trabajo de Marcelino con Gonçalo, permite alargar en el tiempo la relación contractual de éste mientras la afición sigue disfrutando de su nivel futbolístico en la campaña actual.