El Valencia está de dulce y eso se nota. Aún en los días en los que Marcelino hace rotaciones, el juego no acompaña, el rival es mejor durante varias fases del partido y tiene ocasiones muy claras, el Valencia gana. Es lo que ocurrió hoy en Cornellá. El Espanyol gozó de las mejores ocasiones y tuvo el dominio del juego pero perdonó y, como se suele decir, quien perdona, lo paga.

El encuentro comenzó muy equilibrado, con ambos contendientes tratando de imponer su estilo sobre el otro. En el primer cuarto de hora apenas se registró una ocasión, un tiro de Pereira desde la frontal, muy manso y sin complicaciones para Pau López

Los pericos vieron pronto como se lesionaba Leo Baptistao. El jugador brasileño, hasta ahora pieza importante en el esquema de Quique, tuvo un pinchazo en el muslo tras una disputa con Murillo y en su lugar salió Jurado

Con el paso de los minutos el Espanyol se fue estirando, adelantó líneas de presión e incomodó la salida de balón de los blanquinegros. Así es como consiguieron crear ocasiones los locales, que hicieron pasar al Valencia por un calvario el último cuarto de hora de la primera mitad.

Sergio García dio el primer susto a la zaga che. Recibió un balón en largo a espaldas de los defensas y, a pesar de que Lato y Murillo se rehicieron, el delantero catalán, habilidoso, consiguió hacerse hueco y soltar un zurdazo centrado que detuvo Neto.

Sergio García fue un peligro constante para la zaga valencianista | Fotografía: Noelia Déniz, VAVEL
Sergio García fue un peligro constante para la zaga valencianista | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

El Valencia trataba de salir rápido y aprovechar los espacios que dejaba el Espanyol en la presión, pero los pases no eran precisos y no conseguían concretar jugadas, lo cual le daba a los periquitos oportunidades de réplica. 

Las ocasiones no cesaban para los locales. Primero David López tras un error clamoroso de la zaga valencianista al salir del fuera de juego. Después, Gerard Moreno controló perfectamente con el pecho un centro en el área y su disparo se topó con el palo

No sería el único poste con el que se encontró el Espanyol. Antes del descanso, Darder solo desde la frontal chutó cómodamente y su remate también se estrelló en la madera.

Llegó el descanso con empate a cero y con la sensación de que los blanquiazules podían haber cosechado una renta bastante holgada.

El segundo tiempo continuó con la misma tónica que el primero. El Valencia no sabía que estaba disputando un partido de fútbol y el Espanyol ganaba cada duelo, cada lucha, cada balón divido.

Gerard Moreno, muy activo durante todo el encuentro, llegó con fe a un balón que parecía que se iba a perder por línea de fondo e intentó un imposible. Sin ángulo sacó un disparo duro que Neto tuvo que sacar con el hombro.

En el minuto 64 el colegiado Hernández Hernández expulsó a Marcelino por protestar, aparentemente, al cuarto árbitro, por lo que el técnico asturiano no estará la semana que viene ante el Barça en el banquillo.

Además, Jeison Murillo tuvo que retirarse lesionado y habrá que ver si es por algo grave que le impida estar sobre el césped el próximo partido.

El Valencia, sin peligro la mayor parte del encuentro, había sobrevivido a todas las acometidas periquitas y aprovechó su oportunidad. En el minuto 66, Kondogbia recogió un despeje en la frontal, se acomodó el esférico con el control y envió el balón al fondo de la red, imposible para Pau López.

Santi Mina lleva 4 goles en los últimos 5 partidos | Fotografía: Noelia Déniz, VAVEL
Santi Mina lleva 4 goles en los últimos 5 partidos | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

El tanto supuso un jarro de agua fría para el Espanyol y sus aspiraciones. Los locales se diluyeron y los últimos 20 minutos fueron muy cómodos para el conjunto de Marcelino, que se dedicó a controlar el esférico y moverlo con la intención de aprovechar los huecos que pudiese dejar su rival.

Hubo tiempo para marcar un segundo. Santi Mina aprovechó un error grosero de Víctor Sánchez para anotar el gol definitivo. El ex del Barça trató de ceder a su portero la pelota con el pecho y se le quedó el pase corto. El delantero gallego, muy hábil, batió a placer a Pau López y sentenció el encuentro.

El Espanyol se llevó un duro golpe en un choque que dominó durante mucho tiempo pero no supo materializar sus ocasiones. Enfrente tuvo a un rival que está de dulce y le sale todo. Incluso con rotaciones y con un juego espeso y falto de ideas, el Valencia se llevó otra victoria, la octava consecutiva en liga. Por primera vez en la historia del club, la afición celebra la victoria ocho jornadas seguidas.

En el horizonte más próximo ya asoma el Barcelona, el líder y el único equipo que está eclipsando los registros de este Valencia. Pase lo que pase el próximo domingo todo seguirá igual, pero Mestalla, después de mucho tiempo, vivirá un duelo en la cumbre por dilucidar si de verdad es un candidato al título o no.

 

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