La losa de los 30 millones de euros que costó su fichaje siempre supuso una carga excesiva para el atacante procedente del SL Benfica. En sus primeros compases como valencianista, Rodrigo, tuvo que buscarse un hueco en el once. De esta manera, pasaba de una banda a otra sin encontrar su sitio y sin muchas oportunidades como delantero al competir con Negredo y Alcácer por ese puesto.

La temporada pasada, con las salidas al Middlesbrough y FC Barcelona respectivamente, Rodrigo por fin pudo actuar con frecuencia en la punta de ataque. Sin embargo, la confección de la plantilla y el ambiente caótico instaurado en el Valencia CF gracias a la gestión de Lay Hoon Chan y Suso García Pitarch, no ayudó a sacar el rendimiento deseado del joven ariete.

No obstante, a pesar de ser duramente criticado por su falta de gol, siempre fue de los más destacados por sus entrenadores como uno de los jugadores más profesionales y con mejor actitud del equipo.

Por todo ello, podemos decir que el esfuerzo, la perseverancia y la voluntad por triunfar en Mestalla han dado sus frutos. A día de hoy, el número 19 del Valencia CF lleva siete goles en LaLiga Santander; los mismos que su tope en las dos últimas temporadas y tres más que en la primera.

Asimismo, toda la afición che ha dejado atrás las complicadas situaciones en las que Rodrigo (como integrante de la plantilla)  tuvo que sufrir al no tener unos entrenadores como los que, tanto él, como la propia afición y el club se merecen. Por eso, el único pensamiento presente actualmente, en la cabeza de todos, es el de alargar el buen momento del equipo.

De esta manera, no hay lugar a dudas que Rodrigo Moreno se ha ganado, por méritos propios, su renovación como valencianista hasta 2022. Además, su cláusula asciende hasta los 120 millones de euros, una muestra más del compromiso e importancia que profesa el club con el delantero que podría ir convocado al Mundial de Rusia con la Selección española.