El Valencia consiguió tres puntos de oro en La Rosaleda en un partido muy plano de los de Marcelino. Los che apenas inquietaron la meta defendida por Roberto pero lo resolvieron finalmente gracias a una jugada a balón parado y a una contra que derivó en un penalti. El Málaga, a pesar del buen hacer durante todo el partido, se fue de vació, como viene siendo costumbre para los de José González.
Los locales comenzaron muy metidos en el encuentro, conscientes de lo que se están jugando mientras que el Valencia parecía tener un exceso de confianza marcado por la clasificación de su rival. Y para un equipo como el Valencia, jugar confiando es sinónimo de sufrir.
El Málaga no realizó grandes jugadas, pero no lo necesitó. Le dieron el balón al Valencia, se limitaron a estar resguardados en defensa y a salir rápido para que pudiese llegarle algún centro a Ideye.
Plan ejecutado a la perfección. El Valencia se ahogaba en tres cuartos, no acababa jugadas ni sabía qué hacer con la pelota mientras que el Málaga provocaba la zozobra de la defensa che en cada balón colgado al área.
En un córner llegó el primer gol local. Recio la puso y en el área pequeña, sin oposición, Ideye remató con el pie al fondo de la portería de Neto. Otra vez tras un centro lateral y otra jornada más encajando gol.
El Valencia no encontró respuesta a este tanto y no supo como inquietar a la zaga malaguista. Los de Marcelino no trenzaban buenas jugadas de ataque y dependían de alguna acción individual de Guedes.
El paso por el túnel de vestuarios no cambió ni un ápice la dinámica che. El Málaga seguía más metido en el partido y prueba de ello fue cada balón divido que siempre caía del lado boquerón.
Sobre el minuto 55 el choque pudo cambiar y tener un final muy distinto. En una falta lateral, Recio puso el balón y, tras una prolongación de El-Nesyri, remató Diego González a gol. El árbitro invalidó la acción por falta del jugador marroquí aunque, como se aprecia en la repetición, el contacto es demasiado leve como para ser considerado infracción.
Marcelino se dio cuenta de que su equipo hacía aguas por todos lados e introdujo un doble cambio. Los titulares Mina y Vietto salieron por Rodrigo y Zaza.
Las variaciones en la delantera tampoco insuflaron buen juego al equipo, que seguía demasiado espeso como para crear ocasiones de gol. Guedes lo intentó con una cabalgada por la derecha pero Iturra le 'cazó' antes de que pudiese entrar en el área.
Carlos Soler, desaparecido en la derecha, tuvo que ser sustituido por Ferrán Torres, en un intento de Marcelino por dotar de más chispa al juego por bandas. Casi inmediatamente a la realización de este cambio, llegó el empate. Centro de Parejo y remate de Coquelin anticipándose a la zaga malaguista en el primer palo.
Quedaban 10 minutos y el Valencia se metió en la pelea por los tres puntos con el único tiro realizado entre palos en 80 minutos. A falta de cinco para el final, una buena combinación entre Zaza, Rodrigo y Guedes culminó con una contra en la que el portugués le puso un pase perfecto a Rodrigo y cuando el hispano-brasileño se disponía a encarar a Roberto, éste fue derribado por Ignasi Miquel.
El árbitro señaló penalti y le mostró la tarjeta roja al defensa blanquiazul. Parejo desde los 11 metros no falló y estableció en 1-2 definitivo.
En la última jugada del partido pudo igualar el Málaga. En una falta, Roberto consiguió rematar en el área pequeña, pero el balón salió ligeramente desviado.
Finalmente el Valencia consiguió llevarse los tres puntos en casa del colista en un encuentro realmente espeso de los de Marcelino. Dos acciones aisladas en los últimos minutos decantaron la balanza a favor del Valencia.
Con esta victoria, el conjunto che sigue tercero en la clasificación con 46 puntos y mantiene la distancia con respecto a sus perseguidores.
Por su parte, el Málaga sigue último, con 13 puntos y ve como ni jugando un grandísimo partido ante el tercer clasificado es capaz de sumar siquiera un punto. Los boquerones deberán seguir luchando abajo pero pasan las jornadas y cada vez la situación es más delicada puesto que están a siete de la salvación.