La jornada 27 de la Liga BBVA, supondrá para el Villarreal una de las visitas más complicadas de la temporada, y es que el historial en Balaídos, el campo del Celta, no es el más favorable para el equipo de Marcelino García Toral. Tan solo una victoria, la que el Submarino Amarillo consiguió la temporada pasada avala al equipo, que en las últimas nueve visitas a este estadio, ha cosechado seis derrotas y dos empates, además de la victoria comentada anteriormente de la temporada pasada.

El Villarreal llega al partido en uno de sus mejores momentos de la temporada, en la cuarta posición y a once puntos de distancia del quinto y sexto clasificado, curiosamente es el Celta quien ocupa esa quinta posición igualado a puntos con el Sevilla. Esta proximidad entre ambos equipos, hacen todavía más interesante un duelo, que sin duda será igualado e intenso, y que puede suponer un paso de gigante para el club castellonense en su pelea por conseguir la cuarta plaza que supone la clasificación para la Champions.

En las últimas temporadas el Villarreal solo consiguió sacar un punto de Balaídos, pero la temporada pasada el historial cambió y los amarillos consiguieron una holgada victoria por 1-3 con goles de Moi Gomez y Mario Gaspar. Sin embargo, en el encuentro liguero de la primera vuelta en esta Liga BBVA, se saldó con una victoria del Celta en el Madrigal que supuso que el equipo gallego se adelantase en la tabla al Villarreal. Pero los gallegos bajaron el ritmo antes de Navidad y se quedaron en la sexta posición por detrás del Sevilla, aunque en las últimas jornadas han vuelto a remontar el vuelo y han conseguido volver a sumar puntos y colocarse en la quinta plaza.

Balaídos ha sido siempre un campo dificultoso para los amarillos, pero sin duda, el Villarreal acude en su mejor momento, con un bloque defensivo envidiable y los cuatro delanteros preparados para conseguir romper las estadísticas, algo que se les ha dado muy bien durante toda la temporada. No cabe duda, de que deberán emplearse al máximo para dar la vuelta a unas estadísticas que, con seis derrotas, no están a favor de los de Marcelino.