Últimamente parece que el Villarreal está siendo víctima de la conocida Ley de Murphy, cuyo principio básico es que si algo puede salir mal, saldrá mal. Si la semana pasada éramos sabedores de que Bakambu no podría estar en la previa de Champions frente al Mónaco, y ayer que Sansone tampoco jugaría en la eliminatoria por haber sido alineado por el Sassuolo en Europa League, anoche tenía lugar otro acontecimiento muy negativo para el Villarreal: Roberto Soldado se lesionaba en el Teresa Herrera, y las primeras impresiones no fueron muy positivas, temiendo una posible rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Hoy en Castellón se someterá a más pruebas médicas para determinar con precisión el alcance de la lesión, pero el delantero abandonaba Riazor con muletas y la zona afectada vendada, por lo que cabe esperar lo peor.

Marcelino, preocupado

Marcelino, en un entrenamiento de esta pretemporada | Foto: Mª José Segovia
Marcelino, en un entrenamiento de esta pretemporada | Foto: Mª José Segovia

El míster asturiano del Villarreal, Marcelino García Toral, reflejó en rueda de prensa sus sensaciones sobre el percance del ariete valenciano. "Estamos hablando de una situación bastante complicada y esperemos que se quede en un susto, pero el jugador ha sentido un susto en la rodilla, un gesto malo. Nada más llegar a Villarreal se le hará una resonancia y haremos una valoración más exacta. Esperemos que se quede en un susto".

Una de las dudas que se plantean ahora en el entorno amarillo, es si acudirán al mercado en busca de un nuevo refuerzo para paliar primero, la escasez de delanteros para la previa y segundo, completar los cuatro puestos de la delantera, en caso de que se confirme una lesión grave del ariete. "Ahora no pienso en acudir al mercado, pienso en una persona, en Soldado", sentenció Marcelino.

Pato, solo ante el peligro

Pato, en su presentación con el Villarreal | Fuente: villarrealcf.es
Pato, en su presentación con el Villarreal | Fuente: villarrealcf.es

¿Y ahora qué? La pregunta que todos los aficionados y directivos del Villarreal se formulan. A día de hoy, la respuesta es rápida: el único delantero disponible para afrontar la eliminatoria de Champions es Alexandre Pato. Soldado y Bakambu están lesionados, y Sansone no puede jugar por haberlo hecho con el Sassuolo en la previa de Europa League. Y teniendo en cuenta además que Pato está lejos de su mejor estado de forma.

Obviamente, desde el club deben buscar una solución, y podría ser alguna de las siguientes:

- Cambiar de sistema: En lugar del habitual 4-4-2, Marcelino podría apostar por otro esquema de juego, dejando como referencia arriba a Pato solamente, y jugar con una línea de tres detrás del punta, o una táctica similar. Ésta no parece una opción descabellada, pero sabiendo la importancia que le da el míster asturiano a su esquema, y con poco tiempo para probar otros, se antoja difícil que cambie de modelo a falta de una semana.

- Mantener el 4-4-2, con Pato y otro jugador arriba: Una opción más lógica, aunque no menos arriesgada. El brasileño sería de la partida, y acompañándole tendría, o bien a algún jugador del filial, como puede ser Mario González, que ha participado en la pretemporada amarilla y al que Marcelino ha dado minutos; o bien reconvertir a otro futbolista y que actúe como segundo punta, siendo Pato la referencia. El míster no ha dudado en otras ocasiones apostar por jugadores de la cantera ante la falta de efectivos del primer equipo en determinadas posiciones, pero ante la magnitud de la cita, se abre la duda de si un futbolista del filial puede estar a la altura del reto.

- Fichar a otro delantero: Esta opción dependerá de la gravedad de la lesión de Roberto Soldado, y difícilmente podrá servir como solución para la previa. Si la lesión del jugador le aparta de los terrenos de juego durante muchos meses, la plantilla del Villarreal quedaría solamente conformada por tres delanteros, Bakambu (que volverá con toda probabilidad tras el parón de selecciones a comienzos de septiembre), Pato y Sansone, y teniendo en cuenta que tanto si pasan la previa como si no, jugará el Villarreal tres competiciones, sería necesario un cuarto delantero para llevar a cabo rotaciones y tener dos jugadores por posición. La duda es: tanto si es un período relativamente corto de lesión, como si es largo, ¿apostarán por la cantera o buscarán reforzarse? Si la lesión es de corta duración, podría echar mano el míster del mencionado Mario González o de otro jugador del filial, pero si es de larga duración se abre la veda a la posibilidad de otro refuerzo extra en lo que queda de verano.

En cualquier caso, el contratiempo dificulta mucho la situación para el club. El Villarreal deberá moverse rápido y tomar una decisión sobre el asunto, ya que lo que está en juego es ni más ni menos que el billete definitivo para la Champions, y las circunstancias por ahora no están acompañando en absoluto.