El central catalán afronta la que será su tercera temporada en el Villarreal como uno de los pilares de la defensa, y líder indiscutible de un equipo que se basa en una defensa sólida. El cerrojo en el Submarino lo echa un Víctor Ruiz que está imparable. A sus 27 años, llama insistentemente a las puertas de la Selección, que no se le terminan de abrir.

De “La Masía” al Espanyol 

Apenas se conoce a este jugador que no ha llegado a explotar hasta que recaló en el Submarino, pero lo cierto es que al contrario de lo que muchos puedan pensar, Víctor Ruiz Torre empezó su carrera futbolística en las categorías inferiores del FC Barcelona, donde se quedó hasta le etapa de juveniles. Fue justo en ese momento, cuando decidió marcharse al uno de los rivales más emblemáticos del Barça, el Espanyol. En el club perico disputó el resto de su carrera hasta que en el año 2009 debutó con el primer equipo en Primera División. Aquel joven central de tan solo 20 años, tenía un futuro prometedor por delante, pero pocos minutos disponibles y se le buscó una salida en forma de cesión

Primer español en Nápoles 

El destino de Víctor Ruiz sería Nápoles, equipo en el que hizo historia al ser el primer futbolista español en vestir esa camiseta. Su cesión duró apenas un año, pues su buen rendimiento en el equipo italiano, hizo que el Valencia CF se fijase en el central catalán para completar su plantilla en la temporada 2011-2012, tras haberse convertido en campeón de Europa con la selección española sub-21. El Espanyol, ante la oferta no dudó ni un instante y decidió vender a Víctor Ruiz al club ‘che’.

El calvario de Valencia 

Víctor Ruiz llegó al club mediterráneo con toda la ilusión y ambición propias de un futbolista de su edad, pero todavía con muchas cosas que aprender, algo para lo que necesitaba unos minutos y una confianza, con las que en realidad jamás contó. En Valencia nadie le quería, nadie le daba la oportunidad, y entre la afición tenía esa temida etiqueta de “paquete”. Sin embargo, tampoco se le buscaba una salida, pero todo cambió en 2014, cuando las puertas se le abrieron a Víctor a tan solo 50 km más al norte.  

El salto al Villarreal 

En el Villarreal, Víctor Ruiz encontró todo lo que no tuvo en Valencia: confianza, minutos y un entrenador dispuesto a enseñarle. En el Submarino Víctor Ruiz se ha convertido desde sus primeros seis meses en el club, en uno de los fijos indispensables para Marcelino (ahora ex entrenador) y para la propia afición, que ya no imagina una defensa sin el catalán. Tanto gustó, que al año siguiente el club presidido por Fernando Roig decidió ficharle, y tenerle ya atado.

Víctor está a punto de empezar su tercera temporada en el Submarino, habiendo sido el hombre más utilizado la pasada campaña, y sobre todo habiéndose convertido en el verdadero pilar de la defensa tras la baja de Mateo Musacchio durante tantos meses. Víctor llama a la puerta de la absoluta y su afición no entiende como no puede haber sido convocado, pues hace un grandísimo papel y a día de hoy es, posiblemente, uno de los centrales españoles con mayor solvencia. 

Siempre en la sombra, sin redes sociales, ni entrevistas, Víctor Ruiz se ha convertido en todo un referente en El Madrigal. Su trabajo es silencioso, pero indispensable para entender al Villarreal que ha cosechado tantos éxitos, y seguro que Escribá es muy consciente de ello.