Mal comienzo para el sueño europeo del Villarreal Club de Fútbol. Los de Fran Escribá fueron de menos a más y terminaron haciendo un gran partido, sobre todo en la segunda mitad, aunque sin premio final. El Submarino Amarillo tuvo el dominio de la posesión de balón y generó peligro, pero dos errores consecuencia de la relajación de N'Diaye decantaron la balanza a favor del conjunto francés.

Mala primera parte amarilla

No comenzó bien la noche para el Villarreal CF. En el minuto tres y en plena fase de tanteo, el AS Mónaco trazó una buena jugada con pases al espacio, la pelota llegó a la línea de fondo, N'Diaye se confió protegiendo el balón y acabó cometiendo penalti. Fabinho lo transformó en el 0-1 engañando a Asenjo mandando el balón con el interior del pie a la izquierda del meta amarillo. Los groguets debían remar a contracorriente si querían ganar el partido.

El Mónaco dio entonces un paso atrás y cedió la posesión a un Villarreal al que le costaba tener profundidad. El conjunto groguet movía el esférico con paciencia, pero muchas veces limitándose a la construcción en campo propio. Los pases horizontales se sucedían y si había alguno vertical, era hacia detrás. Por su parte el equipo francés no dudaba en atacar rápido, con mucha verticalidad. Una vez en posiciones de ataque se sucedían los centros y los balones interiores.​ El Villarreal tuvo una pequeña reacción a partir del minuto 30, cuando comenzaron a ganar algo de profundidad. En una posesión muy larga de los de Escribá, Soriano realiza un desmarque de ruptura y Trigueros le encontró con un balón aéreo al espacio. Tras dos cabezazos de Soriano y Santos Borré, Alexandre Pato introdujo el balón en la meta francesa, también de cabeza (1-1).

Tras el gol, vuelta a las andadas. El Villarreal volvió a tornarse inofensivo y el Mónaco dispuso de alguna oportunidad, pero sin llegar a obligar a Asenjo a realizar ninguna parada.

Reacción local, pero sin premio final

La segunda mitad fue amarilla, al menos en cuanto a juego. Los de Fran Escribá reaccionaron en el segundo tiempo y ofrecieron una mejor imagen. El Submarino Amarillo ganó profundidad y fluidez en el juego, los extremos dejaron el carril a los laterales y los delanteros realizaron más desmarques de ruptura y apoyo que en la primera parte. Esto posibilitó que los amarillos desbordaran más y generaran más situaciones de peligro.

El Mónaco, por su parte, no logró trazar demasiadas jugadas y apenas creó peligro tras el descanso. Solamente una acción aislada, en la que N'Diaye volvió a pecar de relajación, permitió al conjunto francés ponerse por delante en el marcador gracias a una fantástica jugada individual de Bernardo Silva. El 10 del Mónaco fue el mejor del conjunto visitante y remató el partido con una diagonal perfecta y un disparo cruzado sin que N'Diaye, Musacchio, Mario Gaspar ni Asenjo pudieran hacer nada para evitar el gol (1-2).

Tras el gol francés, ataque amarillo, tendencia que se alargaría hasta el final del encuentro. Ataque, eso sí, sin causar demasiados problemas al guardameta Subasic, que solo tuvo que intervenir en un par de ocasiones, aunque sin mucho esfuerzo. Trigueros mostró un gran nivel tanto en ataque como en defensa y comandó las ofensivas amarillas, pero ninguno de los centros que llegaban desde la banda encontraban rematador.

A pocos minutos de finalizar el encuentro el lateral derecho del Mónaco, Mendy, era expulsado por una dura entrada a Mario y un posterior manotazo a Castillejo. El Villarreal afrontaba los minutos finales con un futbolista más que su rival, pero no pudo aprovecharlo. A pesar de los constantes centros y acciones de desborde de Castillejo, el marcador permanecería inalterado para poner la eliminatoria cuesta arriba al Villarreal. Los de Fran Escribá deberán vencer por dos goles de diferencia en el Estadio Luis II de Mónaco si quieren estar en la fase de grupos de la UEFA Champions League.

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