Paso a paso, sin estancarse, quemando etapas; así avanza la carrera de Manu Trigueros. Un centrocampista sensacional que año a año va adquiriendo más y más peso en la madular del Villarreal, lugar donde ya no se recuerda cómo era el tiempo sin él. Forma una de los mejores tándems de centrocampistas de España con Bruno Soriano y poco a poco va tomando su relevo futbolístico y jerárquico.

Del filial del Murcia a triunfar de amarillo

Manu Trigueros llegó al Villarreal procedente del Murcia. El centrocampista, que por entonces militaba en el filial, recaló en las filas del Villarreal C. Su trayectoria en el tercer equipo sería corta, pues esa misma temporada, la 2010/2011, ya disputó un encuentro con el B y la siguiente campaña se convertiría en un fijo. Tanto es así que solo una temporada después de subir al segundo equipo ya debutó con los "mayores".

Por suerte o por desgracia, el asentamiento del joven centrocampista en el primer equipo se produciría en Segunda División. Trigueros estaba sobradamente capacitado para la categoría y se convirtió en el acompañante de Bruno en el centro del campo, quitándole el puesto a toda una leyenda del club como Marcos Senna.

Una vez en Primera, Trigueros siguió contando con la confianza de Marcelino y se formó una de las mejores parejas de centrocampistas de las historia del Villarreal, la compuesta por Bruno Soriano y Manu Trigueros. Tanto es así, que el toledano llegaría incluso al medio  centenar de apariciones en la temporada 2014/2015, la del regreso a Europa.

Creciendo de la mano de Bruno

La gran pareja de baile de Trigueros en su carrera futbolística ha sido y es Bruno Soriano. El capitán del Villarreal ha acompañado a su compañero desde sus inicios en el primer equipo y muy posiblemente termine cediéndole el brazalete y la manija del centro del campo amarillo.

En este aspecto, Manu Trigueros ha visto aumentar su protagonismo en el equipo de forma progresiva. Desde el principio fue un excelente pelotero, pero los años y la enorme cantidad de partidos que lleva a sus espaldas le han hecho convertirse en un mediocentro muy completo.

El ataque amarillo pasa por sus botas desde la elaboración hasta la finalización. Con un magnífico juego a dos toques y un criterio fantástico, el "14" amarillo canaliza el fútbol de ataque del Submarino. Además, la nueva vertiente ofensiva que ha mostrado Bruno en las últimas temporadas le ha hecho mejorar incluso en el corte y el robo de balón, convirtiéndole en el centrocampista perfecto para el Villarreal. Un jugador que, seguramente, está llamado a hacer historia enfundando la elástica amarilla.