Poco antes de comenzar la temporada 2016/2017, Soldado caía lesionado de gravedad y se activaron todas las alarmas en el Villarreal, se necesitaba un delantero. La solución es un futbolista joven y sin experiencia en Europa, pero con un fichaje por el Atlético de Madrid a los 20 años como carta de presentación. Su nombre: Rafael Santos Borré.

Un parche para el agujero de Soldado

La lesión de Roberto Soldado llegó en el momento más inopotuno. Faltaba apenas una semana para la previa de la UEFA Champions League y  el nuevo entrenador tampoco podía contar con Bakambu ni Sansone. Se necesitaba, pues, una solución de emrgencia a la delicada situación, ya que solo había un delantero disponible en plantilla: Alexandre Pato.

La solución llegó desde Madrid. El Villarreal obtuvo la cesión de Rafael Santos Borré desde el Atlético, club con el que el jugador no ha llegado a debutar. Su rendimiento era una incógnita para toda la afición amarilla, pues hasta entonces era un completo desconocido en el fútbol español.

Un delantero de futuro

La cesión de Santos Borré al Villarreal es, sin duda, una solución satisfactoria para las tres partes. El Atlético de Madrid busca con esta operación cargar de minutos y experiencia a un jugador joven, que aún no está preparado para jugar en el conjunto colchonero. El Villarreal necesitaba un delantero de forma urgente y el colombiano resulta una solución rápida y económica.

Para el propio jugador, esta es una oportunidad única de demostrar que está listo para el fútbol europeo. Sus números en la liga colombiana son buenos, y suponen su principal argumento para estar donde está. Pero Europa es otra cosa. Este fichaje supone todo un reto para un futbolista joven, de apenas 20 años, que da sus primeros pasos  en una de las ligas más exigentes del mundo, la española.

Condiciones no le faltan. Es un delantero rápido, peleón y con mucha movilidad. En su anterior equipo, el Deportivo Calí, ya demostró qe también tiene olfato de gol. Ahora es el momento de que Santos Borré demuestre su valía en el viejo continente y se haga un hueco entre los mejores cañoneros del mundo.