Mariano Barbosa afronta su cuarta temporada vestido de amarillo, la segunda desde su regreso el verano pasado. El veterano guardamenta argentino aportará experiencia a una portería perfectamente cubierta con la presencia de Sergio Asenjo y Andrés Fernández. Pero la fragilidad del palentino hizo que Barbosa firmase su renovación este verano para mantener siempre una cuota mínima de dos porteros del primer equipo. Conoce a la perfección el club y se queda para volver a disputar la Champions en el equipo que le dio la oportunidad de dar el salto a Europa diez años atrás.

Comienzos en Banfield y primera etapa de amarillo

Sus primeros pasos en el mundo del fútbol fueron en el equipo de su barrio, el Barrio Sitra, donde sus extraordinarias cualidades físicas y reflejos pronto llamaron la atención de un clásico de Argentina como es el Club Atlético Banfield al que llegó con tan solo 17 años en 2001. Pronto se convertiría en un fijo del equipo blanquiverde pese a su juventud, siendo una pieza clave durante las tres temporadas que pasó en el equipo bonaerense, en especial su última campaña, la 2004-05 en la que una gran actuación durante la Copa Libertadores bien le valió que un gran conocedor del mercado sudamericano como el Villarreal fijase sus ojos en él y se hiciese con sus servicios.

Con tan solo 21 primaveras, Barbosa aterrizó en Villarreal para reforzar la portería de cara a la temporada 2005-06, donde los amarillos harían su debut en Champions llegando a aquellas históricas semifinales con el penalti fallado por Riquelme. Pero su estancia como groguet no fue especialmente fructífera, ya que mantuvo una dura competencia con Sebastián Viera (el de la gorra) por un puesto bajo palos, pero fue el uruguayo quien más minutos acumuló, dejando a Barbosa disputando 25 partidos en dos temporadas.

Atacado por la mala suerte

Tras rescindir contrato con el Villarreal aterrizó en el Recreativo de Huelva buscando la continuidad perdida durante su época en Castellón, pero no pudo encontrarla, y es que tan solo pudo disputar cuatro encuentros con el Decano por culpa de las lesiones y la poca continuidad de la que gozó. Y es por esto por lo que volvió a Argentina para recuperar su mejor versión esta vez en el Estudiantes de la Plata, quien buscaba un portero ante la inminente salida del equipo de Mariano Andújar, la cual nunca se produjo relegando a Barbosa nuevamente al banquillo. Y cuando por fin tuvo su primera oportunidad, encajó cinco goles en un solo partido, lo que le instaló de forma definitiva en el banco de suplentes.

Lo cual le condujo a buscar salida como cedido a mitad de temporada recalando en River Plate, donde tuvo que asumir un rol de suplente, cerrando aquella fatídica temporada 2008-09 con ocho encuentros disputados, habiendo encajado 14 goles.

En la caída en picado sin frenos de su carrera recaló en el Atlas de Guadalajara mexicano, donde por fin tuvo confianza siendo titular indiscutible en el equipo azteca disputando 28 partidos en aquella temporada 2009-10, más que en las dos anteriores juntas.

Vuelta a España y consagración

El nivel ofrecido en México bien le valió recuperar el cauce de su carrera desembarcando en la UD Las Palmas, que por aquel entonces militaba en Segunda División, donde por fin pudo brillar y consagrarse como guardameta de primer nivel a una edad que superaba los 26 años. En la isla pasó cuatro temporadas, siendo una pieza más que fundamental en los planes amarillos, jugando 170 partidos repartidos en los cuatro años, labrándose un nombre en el fútbol español y ganándose los respetos de la afición “pio-pio”.

Tras una etapa brillante en Las Palmas, el Sevilla CF se hizo con sus servicios para la temporada 2013-14 a cambio de 150.000€ para disputarle el puesto a Beto. Pero la mala suerte se volvió a cruzar con su carrera en forma de lesión, coincidiendo además con la lesión del meta portugués, lo que dejó la portería en manos del canterano Sergio Rico, quien se quedaría el puesto cuando sus compañeros ya se recuperaron, dejando a Barbosa con tan solo os encuentros disputados en toda la campaña.

Tras rescindir contrato con el Sevilla, la pasada campaña volvió al Villarreal, donde tuvo su primera oportunidad en Europa para compartir portería con Alphonse Aréola mientras Asenjo estaba lesionado. Pese a que en Liga no pudo gozar de muchas oportunidades, en Copa y Europa League consiguió acumular bastantes actuaciones, cerrando el año con 12 encuentros a sus espaldas.

Esta campaña volverá a tener una competencia dura en el arco con Asenjo y el recién llegado Andrés Fernández, pero sin duda sus reflejos y agilidad le convierten en un tercer portero de garantías, y teniendo en cuenta la fragilidad de Sergio Asenjo, probablemente tenga algunas oportunidades de jugar.