El fútbol, como la vida, depara segundas oportunidades. No siempre pasa, pero el Villarreal es uno de los pocos clubes que puede presumir de ello. La eliminación de la Champions fue muy dolorosa, y hundió a un vestuario que sin lugar a dudas mereció disputar la máxima competición europea, por el gran esfuerzo realizado en la campaña 2015-2016. El Mónaco despertó al Submarino del sueño y lo devolvió a la Europa League, torneo que los amarillos conocen sobradamente, tras su extenso historial de participaciones. 

El Villarreal ha disputado la antiguamente denominada Copa de la UEFA en un total de nueve ocasiones (contando la presente campaña), cinco si lo limitamos a la nueva nominación de UEFA Europa League. Tras el descenso de categoría en 2012, pocos creían en el retorno del equipo amarillo a Europa, pero la entidad presidida por Fernando Roig se reforzó bien el mercado invernal de la temporada 2012/2013 y logró el ansiado retorno a Primera. Un año después, los de Marcelino consiguieron una histórica clasificación para Europa League, tras finalizar en sexta posición con 59 puntos, cuajando un monumental regreso a la Liga de las Estrellas. 

En su primera participación europea tras el ascenso, el conjunto levantino alcanzó los octavos de final, tras pasar como segundo de grupo y eliminar al Salzsburgo austríaco en dieciseisavos. El Sevilla de Unai Emery fue el verdugo del Submarino, logrando la victoria en ambos encuentros de la eliminatoria. Tras finalizar de nuevo en sexta posición (60 puntos) al término de la 14-15, los amarillos afrontarían una nueva Europa League en la campaña 2015-2016, que a la postre se convertiría en una hazaña impresionante dentro de la historia del club. El Villarreal pasó como segundo de grupo, pero eliminó a clásicos europeos como el Nápoles, el Bayer Leverkusen o el Sparta de Praga, hasta llegar a semifinales, igualando las temporadas 2003/2004 y 2010/2011. El Liverpool de Klopp cayó en El Madrigal, pero Anfield fue un escenario infernal para el Submarino, que acabó eliminado tras un nefasto partido. 

Ahora toca lamerse las heridas y prepararse para un nuevo objetivo, el cual quedó bastante claro la misma fatídica noche del Louis II: ganar la Europa League. El Submarino no lo tendrá nada fácil, pues tendrá que verse las caras con colosos de la talla del Manchester United o Inter de Milán, pero la ilusión amarilla ha demostrado de lo que es capaz, con hazañas como las semifinales de Champions 05-06 o las semifinales europeas de la temporada pasada. En Europa todo es posible, y el Villarreal está dispuesto a demostrarlo. 

UEFA Europa League 2014-2015 (octavos de final) 

La sexta plaza cosechada en la Liga BBVA 2013-2014 otorgó al Submarino la posibilidad de disputar la Europa League, pero superando antes una ronda previa. El Astana de Kazajistán fue un rival sencillo para el Villarreal, que demostró su superioridad tras vencer en ambos partidos de la eliminatoria (0-3 en el Astana Arena y 4-0 en El Madrigal). Horas después, el sorteo deparaba un grupo asequible para el club castellonense, que fue encuadrado junto al Zurich, Apollon Limasol y el poderoso Borussia Monchegladbach. 

Los amarillos debutaron en el Borussia Park ante el conjunto alemán, cosechando un trabajado empate (1-1) ante un rival de cierta entidad en Europa. Dos goleadas en casa acompañaron este punto en las jornadas 2 y 3, ante Apollon (4-0) y Zurich (4-1). El Monchegladbach tomó ventaja en la pelea por el primer puesto de grupo, tras ver como el Villarreal caía en Zurich (3-2), y las tablas firmadas entre ambos en la jornada 5 (2-2) dejaron el liderato del grupo A muy complicado para el Submarino. Finalmente, los de Marcelino ganaron al Apollon en su feudo (0-2), pero no fue suficiente y pasaron como segundos. 

Su rival en dieiseisavos de final fue el Red Bull Salzsburg, de Austria, equipo conocido por tener en sus filas al delantero español Jonathan Soriano. En el encuentro de ida, el Villarreal superó con dificultades al conjunto austriaco (2-1), pero dejando abierta la eliminatoria. Una semana más tarde, los amarillos cuajaron una gran remontada en el Red Bull Arena (1-3), tras comenzar perdiendo. El marcador global, de 2-5 a favor de los españoles, le otorgaba al Submarino el pase a octavos

El Sevilla de Emery, que terminó proclamándose campeón de la competición, fue el obstáculo de los amarillos en octavos de final. El conjunto hispalense ganó en El Madrigal (1-3), dejándole las cosas tremendamente complicadas a los de Marcelino. Aún así, el Villarreal dio la cara en el Sánchez Pizjuán, buscando una remontada que jamás llegaría, pero manteniendo una actitud y hambre dignos de elogio. Iborra puso tierra de por medio en la eliminatoria con el 1-0 (69'), pero Giovani Dos Santos empató el partido con un golazo de falta (73'). Finalmente, Denis Suárez aprovechó una contra sevillista para colocar el definitivo 2-1 (83') en el marcador y eliminar al Villarreal del torneo europeo. 

UEFA Europa League 2015-2016 (semifinales)

La eliminación en Europa a manos del Sevilla no debilitó al Submarino, que terminó nuevamente en sexta posición liguera, esta vez con 60 puntos. El triunfo del conjunto andaluz en la final ante el Dnipro, permitió al Villarreal ahorrarse la ronda previa de la Europa League 15-16. El sorteo encuadró al equipo amarillo en el grupo E, junto a Viktoria Pilsen, Rapid de Viena y Dinamo de Minsk, un grupo que parecía asequible pero que finalmente acabó complicándose. En el primer encuentro, el Submarino se estrenó con derrota (2-1) en el Estadio Ernst Happel, ante el Rapid. Los levantinos se sobrepusieron con dos victorias consecutivas en su feudo, ante Viktoria Pilsen (1-0) y Dinamo de Minsk (4-0). El empuje del Rapid no cesaba, y los amarillos peleaban con los austriacos por el primer puesto. El Villarreal ganó en Bielorrusia ante el Dinamo (1-2) y obtuvo la primera plaza tras tumbar al Rapid de Viena en El Madrigal (1-0). Sin embargo, el accidente en Chequia ante el Pilsen (3-3) le costó la vida al conjunto castellonense, que quedó relegado al segundo puesto.

La suerte le fue esquiva al Submarino en el sorteo. Su rival fue el Nápoles de Higuaín, uno de los más duros de la competición. El Madrigal acogía una gran cita europea entre uno de los colosos del Calcio y el cuarto clasificado de la Liga. El encuentro fue igualado, pero finalmente fueron los amarillos los que se llevaron el partido, tras un golazo de libre directo firmado por Denis Suárez (1-0). Una semana después, San Paolo se quedaba mudo tras el pepinazo de Tomás Pina desde fuera del área, que empataba el partido y ponía por delante en la eliminatoria al Villarreal. El 1-1 cosechado en Italia dio a los amarillos el pase a octavos de final. El próximo hueso era alemán, ni más ni menos que el Bayer Leverkusen, uno de los conjuntos más poderosos de la Bundesliga. Las apuestas de muchos se frustraron cuando Bakambu firmaba un doblete y encarrilaba una eliminatoria que, a priori, se esperaba favorable a los teutones (2-0). El encuentro de vuelta del Bay Arena fue un mero trámite (0-0) para los de Marcelino, que pudieron ganar en la recta final pero no estuvieron acertados de cara a portería. 

Por una vez, el sorteo fue benévolo para el equipo de La Plana y le deparó un cruce de cuartos bastante asequible. Los amarillos se verían las caras con la revelación del torneo: el Sparta de Praga. El encuentro de ida en El Madrigal se saldó con un ajustado 2-1, tras un absoluto dominio del Submarino pero también una alarmante falta de puntería. La vuelta, fue todo lo contrario. El Villarreal aplastó a su rival y aprovechó las cuatro ocasiones de las que gozó para firmar un 0-4 al descanso. Ya en la segunda mitad, la excesiva relajación visitante se tradujo en dos goles del Sparta, pero ya era demasiado tarde. El 2-4 acercaba al equipo levantino a la finalísima de Basilea.

Una final anticipada. Villarreal-Liverpool, un cruce de esos que todo buen aficionado al fútbol desea ver. La ida, disputada en Vila-real, fue un encuentro de poder a poder, igualado, peleado y con ocasiones para ambos conjuntos. Sin embargo, cuando el árbitro se disponía a pitar el final, Denis Suárez cuajaba una gran jugada, asistiendo a Adrián López en el segundo palo y transformando este el definitivo gol del encuentro, en el minuto 92. El 1-0 de El Madrigal valía oro puro. Pero no era la Europa League del Villarreal. La mala suerte se cebó con los castellonenses cuando Bruno empujaba el balón en su propia portería, con el mítico Anfield como escenario. El Submarino se hundió en aguas inglesas y estuvo a merced del Liverpool durante los 90 minutos, pese a no pitarse un claro penalti a favor de los españoles en la recta final del encuentro. Al final, el definitivo 3-0 fue una dura losa para el Villarreal, pero también una lección, y estas sirven para aprender de cara al futuro. Que nadie dude del Submarino. Se levantará, siempre lo consigue.