El Villarreal ha vuelto, tras un inicio de curso algo extraño el Submarino ha recuperado las señas de identidad de las últimas temporadas y los nuevos fichajes cada vez se van acoplando más al estilo de juego del equipo de Escribá. Sansone con dos goles (mención especial merece el segundo desde el medio campo) allanaron el camino ante una Real Sociedad voluntariosa, pero que se fue de vacío del coliseo amarillo.

Se presentaban en El Madrigal dos equipos que aspiran a estar entre los mejores de la categoría, por un lado el Villarreal de Escribá que tras un verano muy convulso con la destitución de Marcelino y tras caer eliminado en la previa de la Champions League ante el Mónaco parece que poco a poco está encontrando su mejor versión tras las victorias en La Rosaleda y el jueves pasado ante el Zürich.

En el lado contrario está la Real Sociedad de Eusebio Sacristán, el conjunto donostiarra se ha mostrado en las últimas temporadascomo un equipo demasiado imprevisible, de momento lleva cuatro puntos de nueve posibles, un bagaje que quitando la goleada encajada ante el Real Madrid permiten intentar soñar con algo más que la permanencia.

Escribá tras hacer muchas rotaciones en Europa, volvía a poner su once de gala. Los únicos jugadores que repitieron del partido del jueves fueron el incombustible Bruno y Pato que como ya demostró ante el Zürich quiere volver a deslumbrar como antaño. Eusebio por su parte solo hizo dos variaciones respecto al equipo que empató en el RCDE Stadium, Carlos Vela debutaba esta temporada y el damnificado era Rubén Pardo, por lo que el sistema mutó de un 4-3-3 a un 4-2-3-1.

Sansone protagonista en el primer tiempo

El primer acercamiento fue de la Real Sociedad. Zurutuza filtró un buen pase interior a Carlos Vela, pero el mejicano se escoró demasiado tras regatear a Asenjo y el centro posterior concluyó con un disparo muy desviado de Illarramendi. Los primeros compases del partido eran de color donostiarra con largas posesiones, poco después Oyarzábal se encontró un balón muerto dentro del área y solamente la rápida actuación de la zaga amarilla evitó el 0-1. El Submarino debía volver a controlar el partido o el gol de los de Eusebio sería cuestión de tiempo. 

Poco antes de llegar al primer cuarto de hora un pase espectacular de Bruno dejó solo a Sansone ante Rulli, quien le hizo penalti y el colegiado solamente lo castigó con amarilla, aunque con la nueva norma expulsar a un jugador dentro del área recae en la interpretación del colegiado. La pena máxima la ejecutó Pato y desafortunadamente para los intereses amarillos el esférico se marchó a la derecha de Rulli.  

Tras la jugada del penalti, el Villarreal  tomó las riendas del choque y empezó a trenzar jugadas de peligro en busca del primer gol del partido. El gol no tardó en llegar en otra bonita jugada, Roberto Soriano asistió con un pase interior a Sansone y el italiano no falló al definir ante el meta argentino, el Submarino abría la lata en el ecuador de la primera mitad.

Acto seguido llegó el segundo gol que puede ser catalogado como el mejor de la temporada, el propio Sansone sorprendió a Rulli desde el medio campo e hizo estallar El Madrigal, sin apenas respirar en la siguiente jugada se volvió a plantar solo y al picar el balón se marchó a pocos centímetros de la portería, el Submarino se lo pasaba en grande.

Tras unos minutos de desorientación, Oyarzábal recortaba distancias con un disparo cruzado y muy dañino ante el que nada pudo hacer Asenjo, el conjunto donostiarra se metía en el partido cuando menos se lo esperaba.

Los últimos minutos sirvieron para la Real asustara a Asenjo con varias llegadas peligrosas, pero afortunadamente para los intereses amarillos el marcador no se movió. 

Tensión hasta el final

El comienzo de la segunda parte comenzó parecida a la primera, Juanmi se plantó solo ante Asenjo que aguantó lo justo para desbaratar una oportunidad de oro que hubiera  equilibrado el choque. Algunos minutos después Musacchio evitó un disparo muy peligroso de Oyarzabal desde la frontal del área.

El Villarreal no se quedó atrás y tras una buena contra, la zaga donostiarra evitó el tercer gol de Sansone y acto seguido Trigueros probó a Rulli con un disparo bastante forzado, el partido entraba en una fase de descontrol que no se sabe muy bien a quien beneficiaba.

Tras estos minutos de descontrol, los de Eusebio tomaron la inicativa y se acercaban cada vez con mayor peligro al área de Asenjo, aunque un omnipresente Musacchio frustaba cada jugada txuri-urdin.

Escribá introdujo a Jonathan dos Santos en sustitución de Castillejo con el objetivo de controlar el partido y que las internadas de la Real Sociedad se fueran reduciendo progresivamente, su homólogo en el banquillo Eusebio hizo lo propio con Xavi Prieto en lugar de Juanmi, el partido entraba en una fase donde la batalla de los técnicos iba a decidir el destino del choque.

El partido llegaba a los últimos minutos 15 minutos y  El Madrigal retumbaba en ánimos a su equipo conscientes de que los tres puntos eran muy importantes. El Submarino entendió el mensaje y dio unos minutos de auténtico fútbol preciosista controlando el balón y lo más importante era que la Real Sociedad no estaba llegando con peligro.

El conjunto donostiarra lo intentó en los últimos instantes, pero apenas inquietó la portería amarilla y el marcador no se movió, el público agradeció el esfuerzo de los suyos con una atronadora ovación de despedida. El Miércoles el Submarino buscará hacer historia ganando por primera vez en el Santiago Bernabéu.