Tras el revuelo que provocó la inesperada destitución del técnico asturiano Marcelino García Toral, parece que los amarillos han conseguido enderezar el rumbo de nuevo. Bajo la batuta de Fran Escribá, suman 12 puntos de 18 posibles y son, junto a Real madrid y Atlético de Madrid, los únicos que han puntuado en todos sus choques ligueros. Los principales factores que han supuesto la rápida reacción groguet han sido, entre otros, la explosión de Trigueros y Castillejo, la rápida integración de nuevos fichajes como Roberto Soriano o Sansone o la mano izquierda del técnico valenciano, experto en lidiar con situaciones convulsas como ya demostró en el Elche CF.

Fruto de la explosividad de los nuevos atacantes castellonenses, los jugadores rivales han acabado cometiendo cuatro infracciones dentro de su propio área, curiosamente en cuatro jornadas consecutivas. La curiosa racha comenzó en la jornada tres en La Rosaleda con el que, probablemente, fue el único penalti que ofrece alguna duda. Cerca del minuto 40, con 0-1 en el electrónico, un envío largo de un zaguero acabó en los pies de Santos Borré, que fue derribado cuando encaraba al meta Kameni. La jugada fue provocada tras un estrepitoso fallo de Weligton, que esperó al balón sin ir a por él. Dicha infracción fue polémica debido a la irregular posición de Borré al disputar el balón, pues partía de fuera de juego. No obstante, no influyó el error arbitral en el devenir del duelo, pues Kameni detuvo el lanzamiento de Bruno y Sansone fue quien puso tierra de por medio poco después con un gol.

Tan sólo siete días después tendría lugar la segunda infracción, contra la Real Sociedad en El Madrigal. Sansone trató de driblar a Rulli y el meta argentino le trabó ostensiblemente, ninguna protesta de los txuri urdin. De nuevo, los hombres de Fran Escribá desperdiciaron el lanzamiento desde los 11 metros, ya que el brasileño Pato lo mandó demasiado escorado y salió fuera. Por fortuna para él, su equipo acabó ganando por 2-1. El Villarreal había gozado de dos penas máximas en las cuatro primeras jornadas de la Liga Santander, cuando el año pasado tardó 18 (jornada cuatro ante el Athletic Club y jornada 18 frente al Real Club Deportivo).

A la tercera fue la vencida, como dice el refrán. El planteamiento de Escribá en el Santiago Bernabéu llevó a su equipo a jugar de tú a tú al Real Madrid en el feudo blanco durante el primer tiempo. Justo cuando parecía que llegaría el descanso sin goles, un estrepitoso fallo múltiple de Varane y Ramos acabó con tiro desde los 11 metros por mano del defensa de Camas ante el disparo de Trigueros. Bruno se resarció de su error ante el Málaga anotando a lo Panenka el 0-1 provisional. El cuadro blanco no fue capaz de dar la vuelta al marcador, pero sí lograr el definitivo empate (1-1). En un escenario tan histórico como complicado igualaron los castellonenses en la quinta jornada el número de penaltis lanzados en las 38 de la anterior campaña.

Tras el impulso anímico que supuso puntuar en un terreno tan hostil, los amarillos demostraron su motivación en un gran encuentro ante el Club Atlético Osasuna. Cerca de la media hora, con 1-0 a su favor pero cuando los de Pamplona más apretaban, un desbarajuste defensivo provocó que el portero Mario tuviese que derribar a Roberto Soriano para que no se quedase solo frente al arco. Otra pena máxima anotada por Bruno, que se colocó así como segundo máximo anotador de los suyos con dos goles, sólo por detrás de Sansone, que lleva cuatro. Sin haber llegado al ecuador de la primera vuelta de la competición, el Submarino Amarillo ya ha lanzado cuatro penas máximas. En el punto opuesto se encuentra la temporada 2009/2010, cuando ni Espanyol, ni Málaga ni Villarreal dispusieron de ningún penalti a su favor.

Curiosamente ante el Villarreal, señalaron un más que dudoso penalti el 21 de marzo de este año a favor del Fútbol Club Barcelona. Ese penalti fue el cuarto a su favor en cuatro jornadas consecutivas. Rayo, Getafe, Éibar y Villarreal fueron en esta ocasión los damnificados. Era una racha que no se alcanzaba desde 1993 y que parecía complicada de repetirse en los años posteriores. Sin embargo, seis jornadas ha tardado el Villarreal en igualarlo en la presente campaña.